Los objetivos de Rafa Nadal para el 2008

El tenista mallorquín quiere ganar siempre, pero sus títulos prioritarios esta temporada son tres y enfocará su preparación en conquistarlos

Tiene 21 años, las ideas claras, una carrera deportiva imparable, una ambición única, un buen entorno y unos objetivos para este año perfectamente definidos: Wimbledon, Copa Davis y Juegos Olímpicos. Son los tres deseos que Rafa Nadal se ha pedido, sus prioridades, y las tiene marcadas en rojo en su calendario del 2008. Apunta hacia ellas y hará todo lo posible para que acompañen a su palmarés el resto de títulos ya conseguidos.

Sabe que el camino no será nada fácil, pero ya nada puede detenerle si estas son sus obsesiones. Dedicará cada minuto de su vida a mejorar su tenis en pos de estos tres títulos.

La primera de las tres citas será la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis del 11 al 13 de abril. España se enfrentará a Alemania en Bremen en pista rápida, cubierta y ante 10.000 espectadores que aclamarán a Tommy Hass y compañía y presionarán al máximo al equipo de Nadal. Pero Rafa desea que llegue la cita -"me apetece jugar la Copa Davis otra vez y sentirla"--, declaró.

Su ausencia en los octavos de final disputados en Lima ante Perú ha quedado en anécdota tras la contundente victoria de España. El propio Nadal reconoció que quedó demostrado "que no me necesitaban. Los que fueron estaban mejor preparados que yo".

Pero los alemanes serán sólo el primer obstáculo para que el tenista manacorí pueda acariciar de nuevo la Ensaladera de Plata. De superar la eliminatoria, Francia o Estados Unidos esperarán en semifinales. Al número dos del ranking no le dan miedo. Uno de los mejores momentos de su vida fue en el 2004, cuando logró el título y quiere repetir experiencia. Entonces se convirtió en el jugador más joven en conquistarlo -tan sólo contaba con 18 años y 187 días- y la gesta queda ya demasiado lejos.

Wimbledon es el otro caballo de batalla del tenista mallorquín. Su gran rival y número uno del mundo, Roger Federer, le ha cerrar el paso del triunfo las dos últimas temporadas, pero Nadal ha demostrado que está en el camino de conseguirlo.

Llegar a la final demuestra que es una superficie que ya domina en la que su juego ha mejorado mucho y marcarse el objetivo del título no es ya una utopía: "Conseguir Wimbledon sería impresionante para mí", aseguró. Claro que Nadal no renuncia a Roland Garros "cualquiera de los dos los firmaría ahora mismo".

En los próximo meses, el número dos del mundo tiene diferentes citas en las que deberá aumentar su cuenta de puntos ATP. Por de pronto, el lunes la cita es en Rotterdam, en indoor, mientras que en marzo le esperan los torneos de Dubai, Indian Wells y Miami, los tres al aire libre. Sumar 420 puntos entre estos cuatro torneos es su meta "quiero salir de Miami con 1.000 puntos" -actualmente tiene 570-.

LOS JUEGOS DE PEKIN

Conseguir una medalla en unos Juegos Olímpicos es su última obsesión. Rafa Nadal tuvo exiguo paso por Atenas 2004, donde cayó en primera ronda del torneo de dobles, formando pareja con Carlos Moyà. Sin embargo tiene un fabuloso recuerdo de su estancia en la Villa Olímpica y del ambiente entre los deportistas que en ella se creó "fue algo muy especial", asegura el tenista. Que los Juegos de China formen parte de sus objetivos no tiene nada que ver, según él, en que puntúen para el circuito ATP sino que son "una ilusión, un aliciente y un objetivo".

Incluir unos Juegos en la agenda de un tenista supone adecuar el calendario, pero Nadal desea una medalla y no le importa. Reconoce que "tenemos poco tiempo" pero asegura que llegará a la cita olímpica con una buena preparación.

Su objetivo en Pekín es llegar a tope y subir al podio: "Una final en la que estuviera yo sería lo ideal, aunque cualquier medalla sería una felicidad para mí", asegura el tenista.

Nadal tiene ante sí una temporada muy cargada. Ser el número 2 del mundo le obliga a salir a la pista con el título como primer objetivo en todos los torneos en que participa. Esta presión afecta poco al manacorí. Bien asesorado por su entorno familiar, con su tío Toni Nadal siempre a su lado, Rafa ha sabido siempre dónde estaba. Ahora se ha marcado nuevos objetivos y seguro que encontrará el camino para conseguirlos.

Pero no se obsesiona con ellos. Sabe que el secreto está en el trabajo y que debe darlo todo. Si se cumplen estas premisas, el triunfo llegará.

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