"Todo el mundo sabe que hay amaños en el tenis"

El tenis está en el ojo del huracán y lo peor es que hasta los propios deportistas reconocen la existencia de los fraudes

Desde hace unos meses, el tenis es el epicentro de la polémica por el escándalo de los partidos amañados, algo que nadie niega pese a que resulta bastante complicado de demostrar. Y, en ésas, el mejor tenista británico de la actualidad, Andy Murray, salió ayer a la palestra para denunciar esta situación.

"Hay partidos que están siendo amañados e incluso se está investigando a algunos jugadores. Se trata de algo decepcionante para nosotros, pero todo el mundo sabe que están sucediendo cosas. Aun así, es muy complicado demostrar si alguien ha amañado un partido", comentó el tenista nacido en la localidad escocesa de Dunblane hace 20 años.

El actual número 18 en el ránking de la ATP intentó buscar un motivo a esta creciente corrupción y destacó que "la carrera profesional de un tenista es bastante corta, de sólo 10 o 12 años". Por ello, Murray explicó que "para algunos, la posibilidad de conseguir una importante cantidad de dinero 'extra' en determinados torneos resulta muy tentadora.

Hay jugadores que tienen que viajar cada semana y que sólo disponen del cheque de 2.500 euros, que se otorga como fijo para la disputa de la primera ronda, con el que se tienen que pagar el desplazamiento. Por eso, hay quienes intentar ganar la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible y eso no es aceptable".

"Personalmente, nunca lo he experimentado; sólo oigo lo que se comenta cada vez más y... todo apunta a que es verdad", añadió el escocés, que actualmente disputa en Moscú la Copa Kremlin. Sin embargo, Andy Murray reconoció la dificultad de demostrar estos fraudes, ya que "se puede dar el máximo hasta el último par de juegos de cada set y entonces cometer algunos errores, un par de dobles faltas y con eso es suficiente... así de fácil".

Sus declaraciones coinciden con la reunión que tendrá lugar esta misma semana entre la ATP, la WTA, la Federación Internacional de Tenis y los organizadores de los cuatro torneos del Grand Slam, que tendrá este tema como gran objetivo, así como la creación de una "unidad de integridad" para luchar contra la corrupción.

De hecho, el mismísimo Roger Federer, el mejor tenista de la actualidad y un auténtico ejemplo dentro y fuera de las pistas, saltó recientemente a la palestra reclamando medidas. En este sentido, el jefe de la ATP, Etienne de Villiers, aseguró que "Roger está completamente seguro de que este problema no se da entre los mejores tenistas del mundo, pero reconoce que hay una potencial vulnerabilidad más abajo en la escala, donde los jugadores son menos maduros y pueden hacer mucho más dinero en esas circunstancias que el que un tenista profesional modesto podría ganar nunca simplemente jugando".

La ATP pretende elaborar 'perfiles de riesgo' y controlar el acceso a los hoteles donde se concentran los tenistas para restringir el acceso a la información de primera mano que manejan los tenistas en sus conversaciones diarias. "Se escuchan un montón de historias y uno se pregunta por qué no se vigila a esta gente; hay casos bastante obvios", declaró semanas atrás el alemán Tommy Haas, actual número 12 de la ATP.

La piedra lleva meses en el tejado de la ATP y de la WTA. Hay que tomar decisiones y con urgencia... ¿Les temblará el pulso?

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