Historia SPORT

Historia SPORT

Marie Marvingt, la mujer que corrió el Tour... sin correr el Tour

En 1908, pese a que el reglamento prohibía la presencia de mujeres, completó las 14 etapas y los 4.888 kms del Tour, aunque no figuró en las clasificaciones oficiales

Deportista polifacética, fue la primera mujer que atravesó en globo el Canal de la Mancha y piloto de combate en la Primera Guerra Mundial

Marvingt fue la primera mujer que cruzó el Canal de la Mancha en globo

Marvingt fue la primera mujer que cruzó el Canal de la Mancha en globo

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Hay mujeres que sobrepasan de largo el concepto de pionera. La francesa Marie Marvingt (1875-1963) fue una de ellas: en sus 88 años tuvo tiempo -y coraje- de vivir varias vidas, de piloto de aviones en la Primera Guerra Mundial o de globo aerostático a enfermera; de practicar natación, esquí o esgrima a completar el Tour de Francia de 1908. No constó en las clasificaciones oficiales porque el reglamento impedía a las mujeres participar en la carrera, pero la completó como el resto de corredores.

Su presencia en la sexta edición del Tour de Francia (la de 1908) es una de esas historias que sorprendentemente se han ido diluyendo con el paso de los años. También sorprende que su nombre no sea demasiado conocido más allá de las fronteras de Francia, porque Marvingt hizo todo lo que podía hacer una mujer en la época que le tocó vivir. Y también muchas de las que las mujeres de su época no podían ni siquiera plantearse.

Hija de un administrador de correos, Marie Félicie Elisabeth Marvingt nació el 20 de febrero de 1875 en Aurillac, aunque cuando tenía cinco años su familia se trasladó a Metz. Tras la muerte de su madre, en 1889, se trasladó a Nancy, donde empezó a imaginar mil maneras de vivir su vida sin tener que ocuparse de las labores de la casa.

Una deportista polifacética

Una de esas mil maneras fue el deporte: practicó todos los que tuvo a su alcance. Con el apoyo de su padre, Marvingt practicó ciclismo, tiro, boxeo, esquí y natación, entre otros deportes. No tardó en convertirse en la primera mujer en escalar algunas de las montañas más altas de Francia.

En 1905 atravesó París nadando en el Sena. Dos años después ganó una competición de tiro militar, y ese mismo año, 1907, se lanzó a pilotar un globo aerostático, en una época en lo que imaginar a una mujer a los mandos de un artefacto similar era casi ciencia-ficción. Lo hizo con solvencia: fue la primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha en globo.

En 1904, Marie Marvingt se apunta a la clásica ciclista Nancy-Burdeos. Pero surge un pequeño problema con el reglamento, que impedía a las mujeres llevar pantalones. Marvingt lo tiene claro: corta sus pantalones y se inventa unos 'culottes' que le facilitan el pedaleo. También corrió de esa guisa la Nancy-Toulouse y la Nancy-Milán.

Marie Marvingt llegó a diseñar un proyecto de ambulancias aéreas

Marie Marvingt llegó a diseñar un proyecto de ambulancias aéreas / Wikimedia

En 1908, da un paso adelante en su pasión ciclista. Se apunta al Tour de Francia, que vive su sexta edición, ya plenamente consolidado en el calendario. 114 ciclistas toman la salida en la Ile de Jatte, en Neuilly-sur-Seine. Es el 13 de julio de 1908: por delante, 14 etapas y 4.888 kilómetros (cabe recordar aquí que el Tour de Francia de 2023 tuvo 3.405 kms).

El reglamento del Tour prohíbe expresamente que las mujeres participen en la carrera. Henri Desgrange, el creador de la carrera, es inflexible.

No importa. Tres minutos después de la salida oficial de los 114 hombres oficialmente inscritos, una figura femenina se pone en marcha sobre su bicicleta. A sus 33 años, Marie Marvingt está dispuesta a correr el Tour de Francia completo, aunque no aparezca en las clasificaciones oficiales.

Lo hizo. Fue una de los 36 sobrevivientes de ese Tour. 37, si la clasificación oficial la hubiera tenido en cuenta. En cada etapa, Marvingt salía con unos minutos de retraso con respecto a los corredores oficiales. Llegó a París. Dos años después, en 1910, la Academia de los Deportes de Francia le concedió la medalla de oro por su excelencia en todos los deportes que había practicado.

Piloto en la Primera Guerra Mundial

El estallido de la Primera Guerra Mundial no la amedrantó. Tras convertirse en la tercera mujer francesa en obtener una licencia de vuelo en el Aero Club de Francia (siguiendo los pasos de Raymonde de Laroche y Marthe Niel), se vistió de soldado y se alistó. Fue descubierta y obligada a trabajar como enfermera en el frente, pero en 1915, tras mucho insistir, le permitieron pilotar un avión de combate. Fue la primera mujer en hacerlo. Obtuvo años después la 'Croix de Guerre' por sus méritos militares y se ganó el apodo de 'la compañera del peligro'.

Concluida la guerra, Marvingt trabajó en Marruecos como periodista: fue entonces cuando intentó desarrollar un proyecto para que los aviones pudieran aterrizar en la arena del desierto y funcionar como ambulancias aéreas, aunque no prosperó por falta de dinero.

Marvingt participó en la creación de la organización francesa Los amigos de la Aviación Sanitaria y en el Primer Congreso Internacional de la Aviación Médica en 1929. Dos años después creó un premio para incentivar el desarrollo de los aviones ambulancia. En 1934, su idea por fin cuajó: se estableció en Marruecos un servicio civil de ambulancias aéreas, que le valdría tiempo después la Legión de Honor del gobierno francés.

Trabajó como enfermera en la Segunda Guerra Mundial. En 1955, cuando tenía 80 años, recibió el premio de la Federación Nacional Francesa de Aeronáutica. Aún tuvo tiempo de pilotar un avión de combate de la OTAN antes de morir, el 14 de diciembre de 1963, en Laxou, a pocos kilómetros de Nancy, a los 88 años.