El Nápoles, un volcán en erupción

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"En Italia hay equipos más importantes, pero nunca tendrán la historia de pasión que esta ciudad posee. Las personas viven por el fútbol en todos lados, pero en ningún otro lugar como en Nápoles".

La frase aparece en el documental 'Diego Maradona, el D10S de Napoli' y refleja el orgullo que sienten en esta ciudad del sur de Italia por su equipo. Y la huella gigante que dejó Maradona en la ciudad.

El Barça se medirá a un equipo pasional, de extremos, que está viviendo una temporada de contrastes. Con la intervención del temperamental Aurelio De Laurentiis. Un presidente que recuerda a figuras de los años noventa, cuando los presidentes eran tan protagonistas como los futbolistas.

Una derrota ante la Roma en noviembre terminó con la paciencia de este magnate del cine que hizo un pulso a la plantilla. De Laurentiis decretó una semana completa de concentración en un hotel de Castel Volturno pero los jugadores no completaron el castigo. 

Tras el empate ante el Salzburgo en Champions (1-1) se marcharon a sus casas, con la complicidad de un Ancelotti que no salió a hablar tras el partido, y que siempre se opuso a la medida del presidente. 

La reacción del presidente no se hizo esperar: trató de imponer un recorte del 25% y el 50% del sueldo del mes de noviembre de los jugadores. El episodio terminó de quebrar la relación Ancelotti-De Laurentiis. Poco importó que el Nápoles se clasificará para los octavos de la Champions. Gattuso era el nuevo técnico del Nápoles.

El movimiento estaba claro: se buscaba mano dura. Y nadie mejor que Gattuso, uno de los tipos más vehementes de la historia reciente de Italia.

"Cojo mi corazón y se lo doy a mis jugadores; por eso soy muy exigente. Para mí una traición de un futbolista es como una traición de mi mujer", reconocía en una entrevista a El País en 2015.  Y añadía: "Lo más difícil de ser entrenador es aprender a contar hasta diez antes de hablar... Yo he llegado al 3,5".

En su presentación como entrenador del Nápoles se mostró convencido de sus posibilidades. "El Nápoles es perfecto para mí. Amo el mar y sé que me metí en un mar muy grande, que si no tengo cuidado me puedo ahogar. Pero no tengo miedo".

Todo el mundo asocia la cultura del Calcio a Gattuso. La resistencia a la adversidad. El no rendirse. Y el valor de una buena defensa. Pero él, como entrenador, se define de otra manera: "Soy un entrenador atípico. Me he pasado la vida recuperando balones y ahora me gusta que mis equipos ataquen". 

El técnico, que debutó con derrota, se ha encontrado a un Nápoles con dos caras: afilado en la Champions, donde le discutió al Liverpool la primera plaza del grupo. Y vulnerable en la Serie A, octavo a 11 puntos del Roma, que es cuarto.

El Barça se mostró muy superior en su doble enfrentamiento en pretemporada (2-1 en Miami; 0-4 en Michigan). Pero se espera una versión muy mejorada de los italianos en octavos.

Las amenazas del NApoli

Entre sus mejores armas se encuentra Fabián Ruiz, un centrocampista dinámico, con mucha llegada, que ya es habitual en la selección absoluta. Pero hay más: delanteros como MilkInsigne o Mertens serán toda una amenaza para el conjunto azulgrana.

Y también estará un Manolas, que fue protagonista en la debacle del Barça en el Olímpico hace dos temporadas. El Barça tendrá enfrente a un equipo que también maneja un 4-3-3 y que se hace fuerte en su casa. En San Paolo. Un estadio que es puro Nápoles. 

La suerte para los de Valverde es que la vuelta se juega en el Camp Nou. Antes pasará la prueba de San Paolo, un estadio a pocos kilómetros del monte Vesubio, un volcán que acabó con la ciudad de Pompeya.