Edin Dzeko: El ascenso de un héroe de Sarajevo

Edin Dzeko, uno de los delanteros más prolíficos de las últimas décadas

Edin Dzeko, uno de los delanteros más prolíficos de las últimas décadas / AFP

Albert Aubach

Las carreras de los grandes futbolistas siempre empiezan en parques. Pasaban las horas y allí seguían chutando el balón desde una edad temprana. Los cánones parecen dictar que arranquen con un “Se levantaba con el Sol y no se iba hasta que oscurecía”. Algún ojeador casualmente pasaba por allí y lo fichaba para su academia, donde el chico destacaría hasta jugando con los mayores.

Para Edin Dzeko fue distinto. La tierra de Bosnia donde el delantero crecía estaba en guerra. Distaba mucho de ser un parque llano y bien acondicionado para los juegos. Muchos delanteros tienen inicios difíciles. Bien, esta es la historia del ascenso desde los campos de minas de la antigua Yugoslavia hasta el podio por ser uno de los delanteros más prolíficos de la última década.

Durante los años de formación de Dzeko, su ciudad era objetivo de los serbios, los cuales estuvieron desde Abril de 1992 hasta Febrero de 1996. En ese periodo dejaron la ciudad destruida y toda esperanza de un crecimiento por los suelos.

En la ruptura de Yugoslavia en varias naciones, Bosnia y Herzegovina siguió la estela de otros y declaró la independencia. Más los serbios tenían otros planes: rodearon con 13.000 efectivos Sarajevo y con ella querían crear la denominada Republika Sprska. Más de 14.000 personas murieron. La familia del delantero vivía en el centro, escuchaba las bombas a diario. Sobrevivieron, sí, pero eso no evitó las secuelas tanto físicas como psicológicas.

El año en que nació Dzeko Yugoslavia llegaba a los cuartos de final de Italia 1990 y el Estrella Roja ganaba la Copa de Europa. Poco después, el ejército yugoslavo cargaba contra los separatistas croatas y los serbios se proponían terminar con cualquier etnia que no fuera la suya. El deporte significaba poco o nada. No había torneos o partidos por ver, aunque eso tampoco impidió al joven futbolista perder su pasión por el balón.

Tras unos años duros, el jugador firmaba por su primer club como profesional: FK Zeljeznicar Sarajevo. Tristemente, sus inicios no fueron buenos. Jugaba como centrocampista, era alto y poco técnico. Una desesperación para su técnico. Hasta le llamaban holgazan.

Era consciente de que para tener éxito tenía que moverse, y lo hizo. Tanto de país como de posición. En 2005 fichaba por el FK Teplice de la República Checa por un total de 25.000 euros. Tras dos buenas temporadas, el bosnio era vendido al Wolfsburgo por 4 millones. “Con él nos tocó la lotería”, dijo el presidente checo tras su venta.

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Con Felix Magath al frente Dzeko fue parte de un conjuntó mítico para la Bundesliga. Fue parte vital en el título de 2008/09 y el ataque que formaba junto a Grafite Misimovic era denominado como el “Triángulo Mágico”. Los lobos ganaban la liga y hacían creer a los clubes más modestos que al Bayern Munich se le puede plantar cara.

La siguiente temporada Dzeko marcaba 22 goles y ganaba la bota de oro. Tras años de dificultades y de ojeadores que no veían nada en él, el bosnio disfrutaba en Alemania. Se sentía aliviado y rendía a un excelentísimo nivel. El Volkswagen Arena aplaudía y a la vez lloraba con su venta al todopoderoso Manchester City, quien empezaba a asomar en la élite gracias a la aparición de los petrodólares.Con Felix Magath al frente Dzeko fue parte de un conjuntó mítico para la Bundesliga. Fue parte vital en el título de 2008/09 y el ataque que formaba junto a Grafite y Misimovic era denominado como el “Triángulo Mágico”. Los lobos ganaban la liga y hacían creer a los clubes más modestos que al Bayern Munich se le puede plantar cara.

En Inglaterra, por eso, le volvió a pasar lo mismo: nadie apreciaba de verdad lo que tenía. Era visto como bueno, pero no lo suficiente para la categoría de estrella. Siempre el segundón del Kun Agüero, su papel fue clave para la conquista de dos Premier League con Mancini y Pellegrini en el banquillo.

Para ser más precisos, su tanto es la precuela del Agüeroooooooooo gol que todos tenemos en mente frente al QPR. Con un cabezazo, igualaba el marcador y permitía al argentino marcar el gol más memorable en la historia de la Premier League. Primera liga en 44 años. Tres temporadas después y con 26 goles, volvió a tener un papel decisivo en la conquista de Manuel Pellegrini con un rol de suplente. ¡Hasta tenía por delante a Álvaro Negredo!

En la escena internacional ha podido escoger entre los países allí por los que ha estado. República Checa y Alemania le querían, pero siempre se mantuvo fiel a sus raíces. Allí dónde va y gana algún título, saca a relucir la bandera de Bosnia. El azul y el amarillo brillan y en su país se gana el apodo de “diamante”.

Tras conquistar Alemania e Inglaterra buscaba otro desafío. Se fue a la Roma, y aunque no ha ayudado a levantar una Serie A, su legado con el equipo de la loba será recordado por su Capocannoniere que consiguió con 29 tantos así como por formar parte de míticas noches en el Olímpico de Roma como la remontada al FC Barcelona.

Su historia es inspiradora. Puede que no sea la de alguien con un Balón de Oro ni del que firma highlights que enamoran a Twitter. Su nombre no suena cuando hablamos del Manchester City vs QPR. A quién le importa. Su historia tiene peso por todo lo que ha llegado a ser: el primer jugador en anotar más de 50 goles en la Bundesliga, Premier League y Serie A. Casi nada…