La capital de Italia se tiñe de 'biancocelesto'

La Lazio vence a la Roma de Mourinho con un solitario gol de Felipe Anderson

Las águilas desbanca a 'la loba' de las plazas de Champions League

Felipe Anderson celebra el gol de la victoria de la Lazio

Felipe Anderson celebra el gol de la victoria de la Lazio

EFE

El solitario gol del brasileño Felipe Anderson, precedido de un gran error en la salida del balón de su compatriota Roger Ibáñez, fue suficiente para que la Lazio se adueñara este domingo de la capital italiana ante la Roma de José Mourinho y se alzara a la tercera posición de la tabla, en la zona 'Champions'.

Lejos de lo que prometía ser un gran partido, muy por debajo del nivel que ofrecieron ambas aficiones en la previa y durante este choque con rivalidad histórica, Roma y Lazio dirimieron los puestos de Liga de Campeones con un enfrentamiento cerrado, sin apenas ocasiones y en el que lo que más brilló fue la puesta en escena.

El inicio de partido de la Roma no fue más que un espejismo de su papel en la primera mitad. Los primeros cinco minutos fueron el ejemplo perfecto de lo que este equipo necesita para generar con peligro, y el resto del tiempo se evidenció la dependencia de un jugador como Dybala para generar algo diferente.

Sin Immobile, lesionado, y sin Sergej Milinkovic-Savic, sancionado, la Lazio saltó a su estadio -como visitante- agazapado, aguantando el temporal de la 'Loba' durante los primeros compases, en los que la profundidad de sus carrileros, la presión alta organizada y la entrega de Abraham corriendo entre centrales, fueron el motivo del asedio del Roma sobre el área de Provedel, aunque sin generar peligro directo sobre los tres palos.

Fue calmando la Lazio el arreón inicial de los locales con posesiones largas comandadas por el español Luis Alberto, jefe y líder absoluto de la escuadra 'lazial' ante la falta de sus mejores aliados. Esta vez lo encontró en su compatriota Pedro Rodríguez. Entre los dos generaron el primer y único tanto de la noche a la media hora de choque.

Fue el delantero español el que olió el peligro cuando Rui Patricio comprometió a su compañero Ibáñez con un pase dentro del área. El central brasileño intentó regatear a Pedro y lo que consiguió fue empeorar más la situación, ya que el exbarcelonista no se dejó engañar y rebañó la pelota de los pies del central, dejando solo a un Felipe Anderson, que solo tuvo que superar al meta luso desde el punto de penalti.

Respondió el conjunto 'giallorosso' con su hombre más peligroso en ataque, un Zaniolo que se topó con el travesaño después de que su potente disparo tocara en Marusic. Con Abraham muy intenso en ataque, combativo, pero muy desacertado otra vez en el último tercio, el Roma se atascó con posesiones estériles en la línea defensiva buscando un hueco que la Lazio no abrió, solventando con basculaciones básicas la pobre circulación exhibida por los de Mourinho esta noche.

Con el gol, los pupilos de Maurizio Sarri cedieron todo el control a la Roma en la segunda mitad, que sin embargo seguía siendo inofensiva con balón, sucumbiendo en todos sus intentos de penetrar el bloque bajo bien apuntalado de los 'biancolesti', que solo dieron oportunidad a balón parado, ante la imposibilidad de parar al siempre peligroso Smalling.

Además de ver que no podía superar el entramado defensivo que planteó Sarri para el segundo acto, encomendado totalmente a la velocidad de sus atacantes, perdió Mourinho a Pellegrini por una nueva lesión del italiano. En el otro lado, Sarri sacó del campo a Luis Alberto tras recibir un golpe pese a que el español le dijera claramente a su técnico que esperara, lo que provocó el enfado del centrocampista.

Pasaron los minutos y la Lazio mantenía la puerta a cero ante una Roma, nerviosa, imprecisa y afectada cuanto más se acercaba el final. Llegado el tiempo añadido, ocho minutos, y después de una tangana entre ambos equipos que puso de manifiesto la tensión y la importancia del partido, la Lazio defendió prácticamente en su área al tiempo que la 'Loba' dejaba muchos metros a la espalda de su último jugador, con casi todos su efectivos dispuestos en la ofensiva.

Sin embargo, todos los esfuerzos locales fueron en vano ante una Lazio que se coloca tercera tras esta victoria, y que relega al conjunto de José Mourinho a la quinta plaza, de Liga Europa, que además puede perder en caso de que el Inter se imponga a la Juventus en el derbi de Italia.