Xavi ya ha dado el visto bueno a la salida de Bellerín

Uno de los requisitos básicos para que el FC Barcelona y el Sporting de Portugal iniciaran las conversaciones formales para el traspaso de Héctor Bellerín era el visto bueno desde el área deportiva. Xavi Hernández, como máximo responsable del primer equipo, fue informado de la posible salida y no puso obstáculos a la voluntad del futbolista de probar la aventura en Lisboa.

Bellerín habló con Xavi a finales de semana y le trasladó esta oportunidad. El técnico fue comprensivo con los argumentos de Bellerín y le dijo que, por su parte, no había problemas. Le dejaba salir para que disfrutara del fútbol.

El catalán tendría así cuatro meses por delante para demostrar de nuevo su calidad y, ya en verano, negociar con la carta de libertad su futuro. La inactividad en el Barça le puede pasar factura y a sus 27 años necesita jugar.

El futbolista es el primero que es consciente de que sus opciones de jugar en el Barça en la segunda vuelta de la temporada son mínimas. Koundé y Sergi Roberto se están repartiendo en la posición de lateral derecho y Araujo es incluso una posibilidad añadida, como se vio en el clásico ante el Real Madrid.

Bellerín ha disputado las eliminatorias de poco peso de Copa del Rey ante el Intercity y Ceuta, pero frente a la Real Sociedad también se cayó del once en la competición del KO.

Bellerín: "En el fútbol, cada vez hay menos paciencia"

Fue un punto de inflexión definitivo para que Bellerín diera el paso y decidiera conversar con su entrenador. A la que conoció que había clubs interesados en él, como el Sporting de Portugal, el futbolista fue sincero con Xavi Hernández, quien le agradeció su profesionalidad durante estos meses y le aseguró que no pondría problemas.

Curiosamente, en caso de concretarse su fichaje por el conjunto luso, Bellerín podría ser rival en la Europa League. El Sporting se debe enfrentar al Midtjylland danés en la ronda de ‘play-off’ y si el Barça gana al Manchester United y los lusos hacen lo propio, podrían verse en los octavos de final. Está por ver si el Barça activaría una cláusula del miedo, como hizo con Nico o Abde.