La victoria, el mejor homenaje a Piqué

Gerard Piqué disputa esta noche su último partido delante de la afición azulgrana y la emoción estará a flor de piel

El enfrentamiento contra el Almería, el peor visitante de Primera, es una nueva oportunidad para dormir líderes y presionar al Real Madrid

Gerard Piqué ha dado muchísimo al Camp Nou y esta noche la afición se lo agradecerá

Gerard Piqué ha dado muchísimo al Camp Nou y esta noche la afición se lo agradecerá

German Bona

German Bona

Catorce años y 615 partidos después, Gerard Piqué se enfundará esta noche (21.00 horas) la camiseta azulgrana por última vez en el Camp Nou. Un día señalado en el que la emoción estará a flor de piel, pues dice adiós sin duda uno de los mejores centrales de toda la historia azulgrana. La afición podrá reconocer, aplaudir y vitorear a su ídolo, pero ni la grada ni el equipo deben caer en la relajación. Están en juego tres puntos muy importantes y no habrá mejor homenaje a ‘Piquenbauer’ que una victoria para volver a dormir líderes de la Liga y poner la máxima presión al Real Madrid.

Piqué apunta a titular esta noche y si todo va como la seda, posiblemente pueda ser sustituido en el tramo final del partido para llevarse la mejor de las ovaciones. Xavi no le confirmó en el once para no dar ninguna pista a Rubi, el técnico rival que el egarense respeta y del que no se fía un pelo, aunque el Almería sea el peor visitante de Primera División con solo un punto sumado de 18, el que arañó en el Martínez Valero (1-1) en su primer desplazamiento liguero.

Ya habrá tiempo para un partido de homenaje propiamente dicho, que Piqué merece sin duda, pero ahora lo que toca es conseguir entrelazar la emotividad y el pensamiento para un futbolista que tanto ha dado por el Barça con un gran partido. No debería ser difícil porque si algo ha tenido Gerard toda su vida es un gen competitivo extremo, no le gusta perder ni a las canicas y el barcelonés, seguro, querrá despedirse por todo lo alto.

La conjura del equipo

La Liga se ha convertido en el objetivo prioritario y la plantilla es consciente de que debe darlo todo para sumar seis de seis antes del parón por el Mundial. Esta noche ante el Almería y el próximo martes en Pamplona, el Barça se juega mucho, los puntos son oro en el mano a mano contra el Real Madrid, el rival eterno al que Piqué ha tenido siempre entre ceja y ceja -con permiso del Espanyol-, y para siempre quedará ese gol para ponerle la guinda a un inolvidable 2-6 en el Bernabéu o esa mano levantada, la cara rebosante de alegría, para festejar el 5-0 de la campaña 2010-2011.

Por todo ello, Gerard Piqué, un empedernido culé desde la cuna, es el primero que se impondrá dejárselo todo y recibir el mejor homenaje posible: el de la victoria. La plantilla y el cuerpo técnico se han conjurado para que no se escape, para que nadie cometa el error de distraerse. 

La cena del miércoles aún sin ‘explotar la bomba’ ni conocerse la noticia -al menos en el grueso del equipo-, la fotografía grupal de ayer ya tras el anuncio de Gerard, y entonces sí, asumir que el segundo capitán ya no estará con ellos tras el Mundial. Momentos entre compañeros para charlar, para recordar y quedarse, siempre, con lo bueno. Porque así tiene que ser. La figura de Piqué ha sido controvertida en algunos momentos, demasiado incluso, pero lo que queda es su fútbol, y sobre todo, su barcelonismo. Y esta noche hay que levantarse del asiento y aplaudirle a rabiar.