Piqué se va... para volver

Gerard Piqué, durante el partido contra el Inter de Milán en el Camp Nou

Gerard Piqué, durante el partido contra el Inter de Milán en el Camp Nou / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Piqué ha sido un futbolista muy especial. Único. Para lo bueno. Que ha sido mucho. Y también para lo malo. Con una fuerte personalidad que ha marcado su carrera y su relación con el entorno. Venerado por los socios y aficionados como uno de los mejores centrales de la historia. Culé hasta la médula. Y azote del madridismo. Ha disputado 615 partidos vistiendo la camiseta blaugrana y ha ganado 30 títulos. Una leyenda. Un mito. Que ha entendido que había llegado el momento de decir adiós. Ha vivido un sueño jugando en el Barça y no quería que su final fuera una pesadilla. Por eso, dando una lección de barcelonismo, renuncia al año y medio de contrato que le queda y cuelga las botas. Se va para volver. Por supuesto. Porque su objetivo, más pronto que tarde, es ser presidente del club en el que empezó hace 25 años. 

El anuncio de la retirada de Piqué ha cogido por sorpresa a todo el mundo. Incluso al propio Barça. El club y el jugador llevaban meses negociando. Una nueva rebaja salarial, primero. Y, de forma más intensa en las últimas semanas, una salida. El futbolista tenía una propuesta encima de la mesa. Y el club estaba esperando una respuesta. Y la respuesta ha sido ese video (de perfecta producción y de máxima emoción) que colgó este jueves en las redes sociales. Incredulidad total. Nadie en el club esperaba esta reacción de Piqué. Un futbolista especial, incluso, en la hora del adiós.

Ya habrá tiempo para valorar su dilatada y exitosa trayectoria blaugrana, pero la recta final de su carrera ha estado más marcada por las polémicas extradeportivas que por su rendimiento en el campo. Xavi ya le dijo antes del verano que no contaba con él. Pero Piqué decidió quedarse convencido de que iba a revertir la opinión del entrenador. No ha sido así. Apenas ha jugado. Solo cuando el técnico no ha tenido más remedio que alinearle por falta de efectivos. Y esa situación irreversible ha sido la que ha provocado la determinación del futbolista. Eso y los dolorosos pitos del Camp Nou...

Hoy toca darle las gracias a Piqué por todo lo que le ha dado al Barça. Por su corazón. Por su talento. Por su valentía. Por sus goles. Por su carácter. Y, sobre todo, por su barcelonismo. Porque, como dijo ayer Laporta, Piqué forma parte del escudo del Barça. Piqué ha sido, es y será siempre uno de los nuestros. Hasta pronto.