Unzué se siente preparado

Unzué está listo para entrenar al Barcelona

Unzué está listo para entrenar al Barcelona / sport

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Mucho se ha insistido en los últimos días en que Juan Carlos Unzué está ilusionado con sustituir a Luis Enrique en el banquillo del Barça. Quizá antes era así, pero a día de hoy el pamplonés no solo sueña, sino que también confía en que el club reconozca su figura y le dé la oportunidad.

El técnico se ve preparado para asumir el reto e incluso ha confesado a su entorno que no ser el elegido le decepcionaría enormemente. Humilde como siempre y a la vez objetivo, Unzué no se cree más que nadie pero tampoco esconde lo que parece una evidencia: de entre todos los candidatos, es quien más se ajusta a lo que busca el club. 

Juan Carlos sabe que asumir en primera persona la responsabilidad de dirigir al vestuario azulgrana implica un cambio de ‘chip’. Pero no una transformación, pues dejar de ser él mismo significaría cavar su propia tumba. Quienes le conocen saben que es un hombre con personalidad suficiente como para no tener necesidad de remarcar su autoridad constantemente.

Características

Unzué es trabajador, amante del diálogo, es de los que actúa cuando debe y no de cara a la galería y entiende que la mejor manera de ganarse el respeto de los jugadores es con hechos y no con palabras. Luego, naturalmente, la ley de los resultados dicta sentencia.

Manejar una plantilla de primer nivel requiere cada vez más psicología, pero sin restar importancia a los conocimientos tácticos. Y más tratándose del Barça.

En ese aspecto, Unzué se considera un privilegiado por haber podido absorber las ideas de Guardiola primero y Luis Enrique después, los dos únicos técnicos de la historia del club azulgrana capaces de lograr el triplete. 

El envidiable currículum del navarro garantiza la continuidad en cuanto a idea futbolística, pero Juan Carlos se siente legitimado para estampar su sello personal en el equipo. Sin ir más lejos, el técnico considera obligatorias las rotaciones pero es más partidario de aplicarlas del centro del campo hacia arriba, pues pretende construir una zaga sólida a través de la continuidad.

Uno de los puntos en los que el navarro considera que más ha progresado es en la lectura de los partidos. No en vídeo, sino durante su transcurso. Ahora, Unzué se ve más ágil a la hora de interpretar qué está pasando y qué puede necesitar el equipo para mejorar sus prestaciones sobre el terreno de juego. Desde que Luis Enrique entrena al Barça, de hecho, es habitual ver al asturiano conversando con Unzué antes de realizar un u otro cambio.

Ahora no son ni ‘Lucho’ ni el navarro quienes deben decidir. La pelota está en el tejado del club y Juan Carlos lleva tiempo calentando en la banda desando salir.