¿Qué tuercas debe ajustar Xavi a 10 días del PSG?

La buena dinámica persiste en en un cuadro azulgrana para el que era vital lograr los tres puntos ante Las Palmas de cara a preparar la ida de Champions

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Xavi Hernández: "Queremos competir la Liga, pero no dependemos de nosotros"

Xavi Hernández atendió a Movistar tras el partido ante Las Palmas / Movistar

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Quizás no podemos decir que el partido de anoche supusiera una progresión o dar continuidad a las buenas sensaciones cosechadas ante Nápoles o Atlético, pero sí que el Barça ha recuperado algo perdido. Ese empaque y solidez que el curso pasado fueron tan imprescindibles para un título de Liga inmaculado. 

Cierto es que enfrente había uno de los equipos mejor trabajados de la Liga EA Sports. Pero no es menos cierto que con un rival delante que se queda con 10 hombres en el minuto 24 no puedes llegar al tramo final con solo un gol de margen. Porque pasa lo que sucedió ayer y hemos visto a lo largo de esta temporada en demasiadas ocasiones. Sufres, inconscientemente das un paso atrás y tu contrincante acaba disponiendo de alguna ocasión clara.

Raphinha, ante Las Palmas

Raphinha, ante Las Palmas / Valentí Enrich

Anoche buena parte de los culés que estaban aguantando el chaparrón (nunca mejor dicho) en Montjuïc vieron dentro el zurdazo de Moleiro cuando el choque ya agonizaba. Y llegar a ese extremo un día como ayer es lo que hizo que Xavi no terminara contento. Así lo manifestó en la comparecencia posterior y así se le veía en el rostro.

NOTAS POSITIVAS

Pero volvamos a ese ‘duende’ que ha recuperado el equipo. Esa capacidad para competir y ese salto a nivel físico que quizás fue más plausible ante Nápoles y Atlético, pero que ayer también apareció. Es innegable que generar se generó (faltó finura en los metros finales, sí). Hubo ocasiones por doquier. Palos (14 en lo que va de curso tras el de Lewy de ayer), presión arriba. Jugadores capaces de cambiar el guion de los partidos entrando como revulsivos (léase Joao Félix, determinante con una delicia de asistencia a Raphinha). Falta sin lugar a dudas dar otro paso en cuanto a juego.

Iñigo, en un lance del partido ante la UD Las Palmas

Iñigo, en un lance del partido ante la UD Las Palmas / Valentí Enrich

En París será vital mantener la solidez y jugar más acompasados y compactos que nunca con jugadores delante tan determinantes como Mbappé o Dembélé. Entre el barcelonismo hay un optimismo moderado. Lo de Nápoles y Atlético subió un par de puntos la positividad general. Pero lógicamente el potencial del cuadro parisino obliga a mantener la cordura y evitar cualquier euforia. 

Ahora hay 10 días limpios por delante para focalizarse única y exclusivamente en eso. En el PSG, en el Parque de los Príncipes, en cómo frenar a Mbappé, en cómo desactivar el fútbol vertical que plantea Luis Enrique. En encontrar las vías para hacer daño a los parisinos siempre teniendo en cuenta que hay una vuelta en casa en la que Montjuïc será una olla a presión. Probablemente esta espera se hará eterna para la inmensa parte del barcelonismo, pero no para Xavi y el staff. De momento, a cinco puntos en Liga de un Madrid que esta noche, de no ganar al Athletic, puede meterse en un buen embrollo...

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