El Shakhtar Donetsk comienza todos sus partidos perdiendo 0-1

El equipo de Pusic vive una odisea cada vez que compite en Champions

Los ucranianos disputan sus partidos en el 'Volksparkstadion' de Hamburgo

Resumen, goles y highlights del Amberes 2 - 3 Shakhtar de la Jornada 2 de la Fase de Grupos de la Champions League

El Shakhtar remontó el partido en casa del Amberes / TELEFONICA

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

El Shakhtar Donetsk tiene 'solo' tres rivales en su grupo de Champions, pero en realidad son muchos más los obstáculos que el equipo de Marino Pusic debe superar cada vez que disputa la máxima competición de clubes en Europa. La guerra en Ucrania supone un hándicap emocional pero también logístico.

Por cuestiones de seguridad, el Shakhtar juega sus partidos de Champions como local en Hamburgo. Eso supone una auténtica odisea cada vez que el equipo se desplaza de su base, situada durante el conflicto bélico con Rusia en la ciudad ucraniana de Lviv.

El ritual habitual del Shakhtar es desplazarse en autocar desde Lviv hasta la ciudad polaca de Rzeszów. Dicho trayecto supone alrededor de dos horas y media, pero el hecho de tener que pasar una frontera provoca largas y colas y en ocasiones el equipo de Pusic ha tardado cinco o seis horas en completar el recorrido. Desde ahí, los ucranianos vuelan directamente hasta Hamburgo.

Una odisea de 11 horas para llegar a Hamburgo

Por ejemplo, en el pasado mes de octubre, los jugadores del Skahtar salieron de su 'casa' a primera hora de la mañana para iniciar el viaje a Barcelona y, sin embargo, no llegaron a la Ciudad Condal hasta las 21:00 horas. Casi todo un día de viaje, con el cansancio que esto supone.

En esta ocasión, la odisea ha sido aún mayor para el Shakhtar: ¡hasta 11 horas tardaron ayer para plantarse en Hamburgo! Al trayecto en carretera de Lviv a Rzeszów de casi tres horas hubo que añadirle tres horas más de cola en la frontera polaca. No solo eso, sino que los problemas en el aeropuerto de Hamburgo obligaron al Shakhtar a viajar a Lubeck (Alemania) tras casi otras tres horas de incertidumbre en el aeropuerto de Rzeszów. El vuelo suposo casi dos horas más. Desde Lubeck, el equipo tomó de nuevo un autocar e hizo un trayecto de una hora para, entonces sí, acabar llegando a su destino.