Sergi Guardiola: un camino repleto de cesiones después del "sueño truncado"

Ya han pasado más de siete años de uno de los episodios más surrealistas que se ha vivido en las oficinas del Camp Nou en la historia reciente del Barça. A finales de diciembre de 2015, el club blaugrana fichó a un delantero que no estaba teniendo continuidad en Segunda con el Alcorcón para reforzar la plantilla de su filial, que ocupaba plazas de descenso de la categoría de bronce del fútbol español. El paso de Sergi Guardiola (Manacor, 1991) por el conjunto blaugrana, sin embargo, solo duró ocho horas. La ilusión se convirtió en calvario en tiempo récord: unos tuits del pasado en los que insultaba gravemente a Catalunya y a la entidad culé truncaron su sueño cuando este solo acababa de empezar.

“Pido mil disculpas, me llevo una dura lección. Estoy muy jodido. El Barcelona se ha portado muy bien conmigo. Entiendo su decisión”, declaró el atacante mallorquín poco después del incidente. Guardiola se quedó sin equipo a mediados de temporada e inició una historia repleta de cesiones que le han permitido, poco a poco, consolidarse en la Liga. Paradójicamente, en un deporte que va tan rápido como el fútbol es vital tener paciencia y perseverar. El manacorense retomó su carrera profesional menos de dos semanas después. El Recreativo Granada, filial nazarí, le ‘rescató’ del ostracismo. En el segundo tramo de ese mismo curso, el 2015/16, Sergi marcó ocho goles en 19 encuentros del Grupo IV de la Segunda División B.

Guardiola no volvió a defender la camiseta del Granada. El club le cedió dos veces en la campaña 2016/17, primero al Adelaide United australiano y después al Real Murcia. Entre el periplo en la A-League y su paso por la Nueva Condomina, el delantero celebró 13 goles en 34 compromisos. Especialmente destacable fue su final de temporada: ‘mojó’ en diez de los últimos catorce duelos que disputó, unas cifras dignas de los mejores 'killers'. La siguiente parada de su ‘interrail’ particular fue en Córdoba, equipo con el que firmó por dos años. Fue un paso muy importante para él. Celebró 24 dianas y realizó ocho asistencias en su estreno en la entonces Liga 1|2|3.

Evidentemente, las excelentes cifras del balear llamaron la atención de varios equipos de Primera y, aunque el equipo andaluz le ‘blindó’ hasta 2022 durante su primer y finalmente último año en el Nuevo Arcángel, en verano de 2018 fue cedido al Getafe con una opción de compra de 10 millones de euros. Experto en resurgir de sus cenizas, no le afectó en ningún caso el hecho de ‘estrellarse’ en su debut en la élite, con solo 28 minutos de Liga en medio curso en el Coliseum Alfonso Pérez. El 25 de enero de 2019, durante el mercado de invierno, se comprometió con el Real Valladolid hasta 2023, contrato que aún sigue vigente. Fue decisivo, con un gol y una asistencia ante el Rayo Vallecano, en la salvación que el equipo pucelano logró ‘in extremis’.

Referencia ofensiva en Vallecas

En el José Zorrilla encontró la estabilidad. Jugó allí dos años y medio, hasta que el conjunto blanquivioleta perdió la categoría la temporada pasada, la 2020/21. El Valladolid es el equipo en el que Sergi Guardiola más partidos ha jugado (84), aunque sus registros anotadores allí (12 dianas y ocho asistencias) son relativamente más bajos que los que se apuntó en Córdoba. En toda su carrera ha jugado cinco veces contra el Barça, el club en el que soñaba triunfar. Todos ellos han sido con la camiseta del Pucela. Todos ellos han acabado con victoria blaugrana. Y, en los tres que se han disputado en el Camp Nou, el recibimiento de la afición culé ha sido especialmente hostil.

Esta campaña, Guardiola está jugando en calidad de cedido en el Rayo Vallecano. Aunque le costó entrar con regularidad en el once inicial, el delantero de 30 años ha aprovechado los problemas con las lesiones de Radamel Falcao para jugar con asiduidad y consolidarse en los planes de Andoni Iraola. Hasta ahora ha participado en 33 duelos. Ha visto portería en ocho ocasiones y ha entregado dos pases de gol. En principio, este domingo será una de las amenazas del conjunto madrileño, que este jueves puso punto final a su racha de cuatro meses sin ganar gracias a un tanto de Sergi, en el Camp Nou.