Sarabia, el silencioso verdugo del Barça

Sarabia, solo en el segundo palo, empalmó el balón y abrió el marcador

Sarabia, solo en el segundo palo, empalmó el balón y abrió el marcador / LALIGA

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Entre los mejores goleadores de la Liga destaca uno: no por su presencia en la prensa o en las redes sociales, sino porque es el único que no es delantero. Sin hacer demasiado ruido, el sevillista Pablo Sarabia : Supercopa de España, Liga y Copa.

Su nombre suena con fuerza para estrenarse con la selección absoluta y culminar así el camino que inició en la sub-16, con pasos por la sub-17, sub-18, sub-19 y sub-21 (con la que ganó el Europeo de 2013) pero Sarabia se mantiene fiel a su perfil discreto y trabajador.

Sarabia ha explotado en el Sánchez Pizjuán, pero los orígenes de su carrera remiten a Boadilla del Monte, el pueblo donde se crió. Es un producto de La Fábrica, el fútbol base del Real Madrid, aunque su paso por las inferiores del club blanco no fue fácil: a los ocho años se incorporó al club tras pasar unas pruebas, pero no le fue bien. Jugaba fuera de su posición natural y decidió, junto a sus padres, dejar el Madrid. Volvió a jugar en Boadilla hasta que cuatro años después, los ojeadores del Madrid le repescaron. También tuvo sobre la mesa una oferta del Atlético, pero se fue a Valdebebas.

DEL CASTILLA AL GETAFE

Llegó hasta el Real Madrid Castilla (compartió generación con Carvajal, Morata y Nacho), con un debut esporádico en el primer equipo (Mourinho le premió con unos minutos en un partido de Champions ante el Auxerre, en diciembre de 2010) antes de firmar por el Getafe en el verano de 2011.

Sus cinco temporadas como azulón le sirvieron para curtirse en Primera y comprobar que cada entrenador es un mundo: su relación con Luis García Plaza (actual técnico del Villarreal) no fluyó, pero en cambio, Sánchez Flores le dio un consejo que aún guarda fresco en la memoria. “Me dijo que tenía que jugar siempre en sexta marcha porque si iba en quinta, me convertiría en un jugador normal”, cuenta.

UNO DE LOS FICHAJES MÁS RENTABLES DE MONCHI

En 2016, Monchi le reclutó para el Sevilla, aprovechando el descenso del Getafe a Segunda. fue uno de sus últimos fichajes como director deportivo del club del Pizjuán, que pagó poco más de 500.000 euros por Sarabia. El jugador tenía una cláusula especial en su contrato con el Getafe: si el equipo descendía, el club se comprometía a facilitar su salida. 

Monchi le seguía desde hace tiempo, pero lo que le convenció fue su mejora en el aspecto físico (promediaba 11,3 kilómetros recorridos por partido) y su crecimiento competitivo.

“Dejó de ser el niño que jugaba bien para convertirse en el hombre que compite al máximo nivel”, recordaba Monchi tras ver los primeros partidos de Sarabia en el Sevilla. Su rendimiento está muy por encima de las mejores previsiones: esta temporada suma un total de 17 goles en 34 partidos. El Sevilla no tenía un centrocampista tan goleador desde la temporada 1950-51, cuando Herrera firmó 16 goles. 

"GANAS DE TRIUNFAR"

El coordinador de la cantera del Sevilla, Pablo Blanco, recuerda para SPORT cómo se fraguó el fichaje de Sarabia por el Sevilla. "A Monchi siempre le gustó", apunta, "y teníamos muy buenos informes de su etapa en la cantera del Madrid y en las categorías inferiores de la selección. En el Getafe se convirtió en un futbolista de verdad: antes tenía muy buena técnica, pero era muy liviano".

Monchi, admite Pablo Blanco, tiene un talento especial para detectar a "jugadores con ambición, con hambre y ganas de triunfar. Fue a por Sarabia y acertó de pleno". Ahora, a sus 26 años (cumplirá 27 en mayo), Sarabia vive el mejor momento de su carrera. "Está en la edad idónea: para un futbolista, le mejora etapa discurre entre los 27 y los 30 años", subraya Blanco. 

UNA CLÁUSULA APETITOSA: 18 MILLONES DE EUROS

Aficionado al padel y estudiante de un master en marketing deportivo, no es fácil escuchar a Sarabia esta temporada. No concede entrevistas: el club prefiere que no se explique en público y el jugador también prefiere guardar silencio porque su futuro sigue en el aire. A comienzos de temporada varios equipos preguntaron por él (Real Sociedad y Valencia lo hicieron con insistencia) y el Sevilla daba por hecha su renovación, pero el asunto se quedó a medias.

El club andaluz asegura que está haciendo un enorme esfuerzo por retenerlo (en las oficinas del Pizjuán hablan de una oferta de unos tres millones de euros anuales para el jugador), pero otras fuentes apuntan que Sarabia ya podría tener un acuerdo con otro club, en cantidades inasumibles para el Sevilla. Su cláusula, a día de hoy, es una ganga: 18 millones de euros, una cifra tan baja que incluso el Real Madrid se ha planteado su fichaje.

"Yo creo que están en plenas negociaciones; número arriba, número abajo: cantidades netas, brutas, seguridad social y detalles así. Él se siente a gusto en el Sevilla y ojalá pueda seguir aquí", comenta Pablo Blanco. 

SU FÚTBOL, GUARDADO EN LIBROS

A la espera de resolver su futuro, la zurda de Sarabia sigue funcionando a la perfección sobre el campo. Y fuera de él, el madrileño sigue guardando con mimo, en libros perfectamente encuadernados, fotografías y recortes sobre su carrera. “Para enseñárselo en un futuro a mis hijos”, admite.