Reconstruir puentes con Frenkie de Jong, un exigente reto para Deco

Frenkie de Jong sigue rozando la perfección cada vez que juega. El neerlandés aterrizó con fuerza en Barcelona pero poco a poco se fue alejando de su mejor versión hasta el punto de verse invitado a abandonar el club. Desde ese punto de inflexión el centrocampista no deja de crecer. Su contrato acaba en 2026 y Frenkie es feliz en Barcelona. Sin embargo, los roces del verano de 2022 colocan un asterisco sobre la calma que impera hoy. Y, aunque todavía es pronto, cada día que corre otorga más poder a los agentes del jugador, aún dolidos por lo ocurrido.

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En octubre de 2020, el ex del Ajax amplió hasta 2026. Fue una de las cuatro renovaciones que levantó ampollas al tomar posesión la junta de Joan Laporta, que amenazó incluso con llevar los casos a juicio. Las necesidades económicas del Barça llevaron al club a intentarlo todo para rebajar la masa salarial. Incluso se filtró a la prensa el contrato de Frenkie, un gesto muy poco elegante por parte de la entidad.

El jugador y sus agentes aguantaron la presión. También cuando se intentó por todos los medios que De Jong aceptara marcharse al Manchester United. Firme en su deseo de triunfar de azulgrana, el centrocampista esperó que la tormenta amainara, consciente de que su contrato en vigor iba a misa.

Más de un año después de aquella guerra sucia, el decorado es opuesto: Frenkie vuelve a brillar, es uno de los capitanes del Barça -también en la selección- y su fútbol total ha transformado las dudas en elogios. Además, el cambio de Oriol Romeu por Busquets ha beneficiado al neerlandés, más a gusto cuando el equipo se acerca un doble pivote.

Conocedor de que era mejor dejar enfriar los ánimos del neerlandés y su entorno, el Barça no ha vuelto a pedirle a Frenkie ningún esfuerzo económico. Sí renovó a Ter Stegen para diferir una parte de su salario y ganar así 'fair play'. 

La situación, calma tensa

Y así está el tema hoy. Calmado y a la vez frío. Como cuando un problema se 'soluciona' por el paso del tiempo pero no con un apretón de manos. Sí puede ayudar a restablecer relaciones la salida de Mateu Alemany. El entorno de Frenkie acabó muy dolido con el balear, al que consideran el promotor del desesperado intento de venta del centrocampista.

Deco, que parte desde cero, afronta el exigente reto de cicatrizar las heridas. Será el portugués el encargado de liderar las futuras conversaciones para la renovación de De Jong. Para eso aún quedan algunos meses, pero teniendo en cuenta que el contrato expira en 2026, lo lógico sería que el Barça quisiera tener perfilada la ampliación el próximo verano. 

Queda por ver cuál será la actitud de Frenkie. El tiempo corre ahora a favor del jugador y en el Barça temen que los agentes quieran 'venganza' en forma de dar largas a la renovación. De Jong es muy feliz en Barcelona pero eso no quita el daño que se le hizo en su momento. Lo que está claro es que ahora es el club quien más interés deberá poner en reconstruir puentes. La misión para Deco no es sencilla.