Reaccionar, convencer y ganar

La derrota ante el Girona y la situación del club ha convertido un partido de trámite en un examen

Toca recuperar sensaciones e ingresar los 2,8 millones que paga la UEFA por victoria

El entrenamiento del Barça tras la derrota ante el Girona: ya pensando en el Amberes

El entrenamiento del Barça tras la derrota ante el Girona: ya pensando en el Amberes / Javi Ferrándiz

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça cierra la fase de grupos en Amberes rodeado de un ambiente enrarecido. El mismo que se está viviendo toda la temporada, con altibajos en los resultados y en el juego, pero, en definitiva, con un equipo que sigue vivo en todas las competiciones. La derrota ante el Girona hizo daño, seguramente más del que sería necesario por el fútbol ofrecido por los blaugrana, aunque el resultadismo se impone siempre que el marcador dicta sentencia.

No ayudó a serenar los ánimos la decisión de incluir en la convocatoria a Lewandowski, Araujo y Gündogan, tres futbolistas que se habían quedado fuera por decisión técnica, para darles descanso. Los planes, pese a todo, siguen siendo los mismos porque el equipo se juega muy poco, ya clasificado virtualmente como primeros de grupo. Sin embargo, y mucho más que los 2,8 millones que el Barça ingresaría por la victoria, hay mucho en juego. El 5-0 de la ida y la exigencia que rodea al proyecto impide regresar de Amberes con un resultado que no ayude a cerrar heridas que, pese a las victorias ante Porto y Atlético, siguen supurando.

Jugar, convencer y ganar es la única receta para un partido que puede ser trámite y trampa a la vez, que no puede ser tomado a la ligera por un equipo que no va sobrado de alegrías en la Liga, pero que sigue soñando en grande porque, de no ser así, no merecería lucir el escudo en el pecho. Xavi fue muy claro en la rueda de prensa matizando qué significa estar "en construcción". Lo hizo exhibiendo su pasado reciente como entrenador, pero avisando de que aquí solo sirve seguir ganando: "Lo que tenemos que hacer es ganar. Y es lo que se está haciendo. Si no hubiéramos ganado una Liga y una Supercopa, igual ya no estaríamos en construcción porque ya no estaría aquí". Y así es. Como aseguran los Estopa, "Cruyff tardó tres años en ganar una Liga".

Poder y deber...

En el Barça solo vale ganar y, además, hacerlo mostrando una superioridad en el juego que no se le pide a otros equipos. Lo sabe Xavi y lo saben en el palco, desde donde siempre aparecen algunas voces cuyo timbre nervioso no ayuda en nada a sosegar los ánimos normalmente encendidos de forma habitual en el entorno. Xavi, mientras, sigue a lo suyo: "No he leído prácticamente nada". Si no fuera así, sería imposible. "Podemos y debemos jugar mejor. En eso estamos. Creo que estamos a mitad de camino de hacer un Barça grande y así lo siento". Y, en el fondo, eso es lo único válido a día de hoy, cuando el equipo se mide a un rival que no debería plantear problemas, que no ha sumado ni un solo punto en lo que va de Champions y que, en el fondo, no tiene nada que perder, mucho menos que, aunque suene a chiste, un Barça que llega clasificado y a noventa minutos de hacerlo como líder del grupo.

Habrá cambios, jugarán los menos habituales, muchos titulares descansarán y, en el fondo, lo de Amberes es un partido que, en circunstancias normales, debería servir única y exclusivamente para mantenerse centrados en lo que realmente importa, el partido ante el Valencia del sábado por la noche. Pero la exigencia es tan enfermiza que un tropiezo será analizado como una debacle. Una más. Esto es el Barça. El nuevo Barça post Guardiola.