Rafinha, el regreso del Factor X

Hay jugadas que definen el regreso de un futbolista tras una lesión. En el caso de Rafinha, fue un salto con Lucas Hernandez en el que barrió al poderoso central francés. No hubo ni rastro de miedo en una de esas situaciones en las que uno pone el cuerpo en el alambre.  

Su nivel exhibido ante el Atlético sorprendió, incluso, a los más optimistas de su entorno. En un partido de ritmo intensísimo, frente a uno de los rivales más exigentes de Europa, Luis Enrique reparó en el brasileño en el momento crucial del encuentro. El mediano de los Alcántara ya empezó a calentar en los primeros instantes de la segunda parte.

Una situación que sorprendió a algunos porque paso por delante de Arda en la rotación, aunque el turco también terminase participando en el encuentro. A quien no cogió por sorpresa fue a Rafinha, que tiene un 'feeling' especial con Luis Enrique y que había tenido muy buenas sensaciones durante los entrenamientos. 

"Me he sentido muy bien. Sabía que era un partido con un ritmo muy alto, pero he trabajado muy duro para esta aquí y aguantarlo", dijo tras el encuentro. Luis Enrique ya había percibido en las sesiones el buen tono del futbolista. De ahí que pactara, de acuerdo a los servicios médicos, que pudiera participar con Brasil algunos minutos, a pesar de no haberlo hecho con el Barcelona desde que cayó lesionado.   

El asturiano tenía claro que su presencia en el equipo era inminente y ayer le dio entrada por Rakitic en el minuto 63. "La vuelta de Rafinha es una noticia espectacular, es la alegría de la noche junto a la victoria. Pensábamos que ya no lo tendríamos esta temporada; es un jugador especial, distinto", recordó ayer Luis Enrique.

Antes, Rafinha tuvo que pasar por 184 días sin el alta médica. La cara más cruda para un futbolista. Pero en su caso, lo llevó a su manera, con un carácter que siempre tiende a ver el vaso medio lleno. "Es más brasileño que Thiago. Tiene un carácter muy alegre, de hacer siempre broma", destacan los que lo conocen. 

Thiago recuerda así, todo el proceso. "Uff, me coincidió que estaba jugando en Atenas. Me llamó y no me le creía. No tenía ningún mensaje, porque tenía el móvil en modo avión. Y de pronto veo un mensaje de mi padre: 'Rafa y tres puntos suspensivos'. Y, yo, llamando a todo el mundo. Cuando hablé con él se me vino el mundo abajo. Yo he hecho el papel de hermano mayor, porque soy así, soy muy de preocuparme y fue muy duro. Pero ahora ya está. Ha tenido una recuperación muy buena y ha vuelto aún más fuerte. Rafa es siempre vibración positiva, es un encanto", explicó recientemente en 'Onda Cero'.

Durante todo este tiempo, se aplicó en recuperarse con escapadas a La carretera de las Aigües. Esa parte ocurrió sobre todo en el inicio del proceso.

Más tarde pasó muchas horas en la Ciutat Esportiva reforzando su musculatura con la ayuda de una arena artificial como en esos veranos que pasaba en la playa de Barra de Tijuca. A Rafinha también lo vieron en Templum BCN, un gimnasio brasileño muy vinculado al boxeo, donde le gusta desconectar, saludar a algunos amigos y ver combates amateurs.   

También le ayudó su pasión por la música. Rafinha colecciona guitarras y ha ido aprendido de forma autodidáctica, a base de tutoriales del Youtube. Ahora vuelve a sentirse futbolista y transmitir esa vibración positiva tan suya al vestuario, donde se lo pasa en grande con Neymar, uno de sus grandes amigos en el grupo.

En el campo Luis Enrique recupera su particular Factor X, un jugador especial e imprevisible, capaz de ocupar varias posiciones. Un futbolista por el que siempre ha apostado y ha visto crecer.