Historia SPORT

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Póker de exazulgranas en el Celta

Rafinha anotó un doblete... ¡en 85 segundos!

German Bona

German Bona

El Celta de los últimos años se ha mirado en el espejo del Barça. En el terreno de juego y también en los banquillos. EusebioLuis EnriqueUnzué... y ahora Òscar García, a quien el presidente Carlos Mouriño trató de fichar una, dos, tres veces, hasta lograrlo a la cuarta. La conexión no es casual y también recorre el camino inverso. Por Balaídos, como por el Camp Nou, impera el gusto por el fútbol de toque y buen trato del balón. No se conforman con poco.

El verano pasado inició el Celta un proyecto que debía olvidar los apuros de la temporada anterior. La operación rertorno pasó por recuperar a jugadores que habían brillado vestidos de celeste, y dos de ellos, buques insignias, pertenecían al Barça.

'Operación retorno'

Costó lo suyo conseguir la cesión de Rafinha seis años después de aquella maravillosa temporada con Luis Enrique. El Celta apeló al sentimiento, a la infancia pasada en brazos de su padre Mazinho, todo un campeón del mundo. Rafa regresó a Balaídos marcado por el estigma de las lesiones y ha encontrado la estabilidad que tanto necesitaba. Desde antes del parón que tira del carro del Celta, se siente importante y 27 partidos, cuatro goles y dos asistencias lo certifican. Quién sabe si la próxima campaña seguirá de celeste. Mouriño irá a por todas.

Más le ha costado entrar en juego a Denis Suárez, el fichaje estrella por el que el Celta abonó 12,9 millones de euros, más 3,1 en variables, al club azulgrana. El de Salceda nunca logró triunfar en el Barça, pero atesora grandes dosis de fútbol en sus botas. Òscar busca su mejor encaje y los dos últimos partidos ante Alavés y Real Sociedad, partiendo desde el extremo izquierdo pero con libertad, dan esperanzas. Suma cinco asistencias y un gol en 26 partidos.

Murillo infranqueable

El central colombiano tuvo un paso irregular y efímero por el Barça la pasada campaña, pero al Celta le ha dado la solidez que necesitaba desde su llegada en el mercado invernal. Lo ha jugado todo de titular, doce de doce, y ha puesto el cerrojo. En Vigo buscan 15 millones para pagarle a la Sampdoria y quedárselo en propiedad.

El último en llegar ha sido Nolito, otro regreso sonado que quiere recuperar los días de gloria como celeste, cuando marcó 39 goles en 103 partidos. Como ocurrió con Rafinha, fue Luis Enrique quien se lo llevó al Celta tras brillar a sus órdenes en el Barça B. Con el primer equipo apenas jugó cinco partidos. Ha llegado libre del Sevilla y su impronta ya se nota. Ha dado alegría al vestuario.

No solo el once celeste respirará a azulgrana. También el banquillo. Òscar no vino solo al Celta. Lo acompaña su hermano Roger como segundo y Rubén Martínez, el analista que fue portero del Barça B. Ellos completan la amplia, y destacada, representación exazulgrana.