El Celta tiene preparado el dinero para comprar a Rafinha

El confinamiento de Rafinha

El confinamiento de Rafinha / Perform

German Bona

German Bona

A pesar de que la crisis del coronavirus azota con dureza a los clubs, en el Celta tienen un buen margen gracias a una economía saneada y a ventas como las de Maxi Gómez el pasado verano al Valencia y sobre todo, el traspaso récord de Lobotka al Nápoles este enero por 20 millones.

La idea del conjunto vigués es hacer un esfuerzo para quedarse con los tres cedidos que tan buen rendimiento están dando, en concreto RafinhaJeison Murillo y Lucas OlazaDe ellos, la gran prioridad es el azulgrana. Los celestes dispondrían de 35 millones de euros reservados para estas operaciones, de los que entre 15 y 17 son para el centrocampista. La Sampdoria establece la opción de compra de Murillo en 15 ‘kilos’ y Boca Juniors pide cuatro por Olaza.

La opción de compra ha pasado a ser asequible para el Celta, que, no obstante, intentará rebajarla al máximo, consciente de que el Barça necesita liquidez. Los azulgranas no bajarán de los 15 millones.

La presión de Òscar

Si alguien sabe sacarle el máximo rendimiento a Rafinha es Òscar Garcia. Lo hizo en el juvenil del Barça y lo ha vuelto a conseguir esta temporada en el Celta, en la que el de Sao Paulo, antes del obligado parón, estaba siendo el futbolista más determinante de los celestes, hasta el punto de echarse el equipo a sus espaldas un partido detrás de otro.

Òscar está ilusionado con mantener su proyecto en el Celta y todo se encamina a una renovación. El técnico catalán ya ha dicho públicamente que quiere seguir contando con Rafinha en el equipo y está haciendo una gran presión para que el club eche el resto por el futbolista.

Lógicamente, todo pasa por mantener la categoría y también por los planes del Barça. Rafinha renovó hasta 2021 antes de irse cedido al Celta, pero parece que volverá a quedarse sin hueco en la plantilla. No quiere ser moneda de cambio en otras operaciones y aunque también le atrae regresar a Italia y especialmente la llamada de la Premier, se encuentra a gusto en Vigo, donde pasó su infancia y vive su segunda etapa futbolística. Puede seguir los pasos de su gran amigo Denis Suárez, fichado por el Celta el pasado verano. Todo suma en la decisión.