La nueva gestión de los cambios de Xavi: ¿circunstancial o tendencial?

En los últimos tres partidos del Barça, el técnico egarense ha empezado a mover el banquillo por motivos técnicos a partir del minuto 80

El míster azulgrana ha encontrado a su once de gala, pero el calendario no dará tregua y la plantilla culé deberá exhibir profundidad si desea luchar por la Liga, la Copa del Rey y la Europa League

Raphinha y Ferran Torres, durante una sustitución

Raphinha y Ferran Torres, durante una sustitución / Valentí Enrich

Jordi Carné

Jordi Carné

Una de las claves del gran inicio de 2023 del Barça ha sido que Xavi Hernández ha encontrado a su once de gala. Solo las lesiones de Ousmane Dembélé primero y Sergio Busquets después han modificado la alineación inicial en los compromisos importantes. Los cuatro centrocampistas han llegado para quedarse: ante el Villarreal, Kessie fue el encargado de sustituir al capitán. Pasó por delante de atacantes como Ansu Fati o Ferran Torres. El míster ha reconocido públicamente que poblar la medular ayuda a su equipo a cuidar más el balón y su apuesta es cada vez más firme.

En las últimas semanas, más allá de los once futbolistas que han sido de la partida, se ha podido observar una nueva gestión de los cambios: contra el Betis, el Sevilla y el Villarreal, el entrenador blaugrana no ha movido el banquillo por decisión técnica hasta el minuto 80. La lesión de Busquets en los primeros compases del segundo partido mencionado ha sido el único movimiento culé antes del último cuarto de hora de juego. Y, evidentemente, el reemplazo fue obligado por los problemas físicos del capitán.

En los tres compromisos más recientes, además, el Barça no ha agotado las sustituciones. Ayer, en el Estadio de la Cerámica, solo tuvieron minutos como suplentes Ferran Torres y Jordi Alba. Xavi no quiso modificar demasiado la alineación en un contexto muy específico: los de Quique Setién buscaban con insistencia el empate y el cuadro catalán necesitaba a futbolistas completamente centrados en la misión de amarrar los tres puntos y certificar un triunfo vital en una de las visitas ligueras más exigentes de lo que resta de temporada.

Oportunidades a la vista

En este análisis es importante remarcar dos cuestiones relevantes. La primera es que, gracias a la disputa del Mundial de Clubes, la plantilla del Barça tuvo unos días de descanso, ‘limpios’, la semana pasada. Los jugadores pudieron reponer y fuerzas y desconectar, algo atípico en un calendario tan feroz como el que tienen (y sufren) los mejores clubes del continente. El segundo factor a tener en cuenta –y que seguro que también ha condicionado a Xavi– es que si últimamente no ha habido ningún cambio tempranero es porque los efectivos que ha escogido han rendido.

El debate, pues, está servido: ¿la nueva política de cambios de Xavi es tendencial o circunstancial? En los próximos envites saldremos de dudas. Araujo, por ejemplo, cumplirá ciclo de amarillas en la jornada 22 de la Liga, por lo que Eric Garcia o Sergi Roberto podrían entrar en escena contra el Cádiz en el Spotify Camp Nou. Si continúa avanzando en todas las competiciones, el Barça jugará cada tres días. Y, entre sanciones, lesiones y necesidades técnicas, todos los miembros del vestuario barcelonista tendrán sus minutos y oportunidades.