Historia SPORT

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El ‘tiempo muerto’ que impulsó al Barça en La Cerámica

Durante la sustitución de Chukwueze por Coquelin, varios futbolistas azulgranas improvisaron una reunión para valorar la modificación táctica del Villarreal que implicaría el cambio

Pedri, Gavi, Frenkie, Raphinha y Lewandowski exhibieron liderazgo... y una concentración absoluta

Lewandowski y Frenkie conversan durante el partido contra el Villarreal

Lewandowski y Frenkie conversan durante el partido contra el Villarreal / Javi Ferrándiz

Jordi Carné

Jordi Carné

Corría el minuto 36 de partido cuando Francis Coquelin, tras un lance en una disputa del balón con Franck Kessie, requirió la asistencia de los servicios médicos del Villarreal. El centrocampista francés, al que Quique Setién había alineado como titular para reforzar la medular, pidió el cambio al instante y, durante los tres minutos aproximados que se alargó su retirada del terreno de juego en camilla, varios futbolistas del FC Barcelona realizaron un ‘tiempo muerto’ que demostró muchas cosas y evidenció por qué el club azulgrana se encuentra en una posición tan privilegiada en la Liga.

Algunos jugadores culés advirtieron que Samu Chukwueze, un perfil mucho más ofensivo y desequilibrante, sería el relevo de Coquelin e, instantáneamente, improvisaron una rápida reunión para valorar y compartir las modificaciones tácticas que supondría el ingreso al ‘verde’ de uno de los extremos de la competición que más regates y uno contra unos intenta por encuentro. Pedri, Gavi, Frenkie de Jong, Raphinha y Lewandowski reaccionaron con rapidez para anticiparse a un cambio que, como se pudo comprobar especialmente en la reanudación, agitó el compromiso. Xavi, evidentemente, también aportó sus ideas al ‘corrillo’. El triunfo no se podía escapar.

Gavi fue el encargado de trasladar las conclusiones de la reunión al futbolista más afectado por la sustitución: Alejandro Balde. El joven lateral izquierdo estuvo prácticamente toda la primera media hora de juego en campo contrario. Fue clave en la presión tras pérdida gracias, en gran medida, a un Kessie que le guardó las espaldas a la perfección y ganó todos los duelos que el técnico le había pedido en la previa. Chukwueze, sin embargo, ‘obligó’ al canterano a retrasar su posición y subir al ataque con mucha más moderación. En líneas generales, no sufrió para contener los arrebatos del nigeriano.

La iniciativa de algunos miembros de la plantilla del Barça no fue baladí. Demostró el absoluto compromiso de todos ellos y, por encima de cualquier cosa, su incuestionable y categórica concentración. Cualquier equipo que desee proclamarse campeón de la Liga debe dominar este tipo de cuestiones que nada tienen que ver con la calidad técnica o la forma física. El conjunto barcelonista necesitaba nuevos liderazgos y, poco a poco, los va encontrando.