Historia SPORT

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La montaña rusa de Pedri en el Metropolitano

El tinerfeño, imprescindible en el ecosistema de Xavi, vivió una 'relación de amor-odio' con el técnico egarense en el Metropolitano

Tras romper líneas con una conducción marca de la casa en el 0-1 de Dembélé, tuvo dos pérdidas que enfurecieron al técnico en la banda

Resumen, gol y highlights del Atlético de Madrid 0 - 1 FC Barcelona de la jornada 16 de LaLiga Santander

Resumen, gol y highlights del Atlético de Madrid 0 - 1 FC Barcelona de la jornada 16 de LaLiga Santander / LALIGA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

El partido había entrado en una especie de sopor. Nadie quebraba el ritmo anodino y previsible. Tan solo las aperturas a banda para Dembélé podían descuadrar algo los esquemas de la experimentada defensa del Cholo. Pero no terminaba de encontrar la puerta ni la forma el galo. Hasta que en el 22' Pedri González se sacó de su chistera particular una conducción para dividir y para poner patas arriba todo eso.

Fue la clave para desarbolar el orden rojiblanco, ceder para Gavi y este buscar a un Dembélé que disparaba seco. 0-1. El hueco en el carril central hallado por Pedri había desatascado el asunto. Abrir la lata, en un duelo tan táctico y trascendente. Era (y acabó siendo) vital.

Xavi sonreía en la banda y se abrazaba con su hermano. Pero unos minutos después el centrocampista tinerfeño tenía un par de desconexiones. Especialmente peligrosa la que se produjo rondando el minuto 42. En zona peligrosa, con el equipo saliendo, Pedri perdía un balón. El 'Atleti', con espacios, conseguía conectar con Griezmann y este, desde una posición buenísima, hacía lucirse a Ter Stegen.

Pedri, en el suelo, durante una jugada de estrategia

Pedri, en el suelo, durante una jugada de estrategia / EFE

DE LA ALEGRÍA A LA EXASPERACIÓN

Ya desde el origen, con el error del canario, Xavi hacía aspavientos. No le había gustado nada. Sobre todo porque poco antes ya había perdido un balón su pupilo. Tras el remate de Antoine, el técnico se desgañitaba para reprimir a Pedri, que estaba a más de 40 metros de su posición. Con el ruido ensordecedor del Metropolitano, el mensaje parecía no llegar a su destinatario.

Obviamente, el diamante azulgrana era consciente de que en estos niveles una desconexión así puede costar carísima. Y la ciega confianza de Xavi en él se vio en que, una vez más, lo aguantó los 90' sobre el verde. Ambos saben que son detalles que debe pulir para llegar al TOP mundial. El talento, como se suele decir de forma coloquial, se le cae de los bolsillos.

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