Messi, el padre del gol

Messi, el rey del gol

Messi, el rey del gol / AFP

Dídac Peyret

El próximo 24 de junio Messi cumplirá 30 años. Y lo hará en un momento dulce, de plena madurez y jerarquía. Un Leo muy distinto al que debutó con el primer equipo aquel 16 de noviembre de 2003 en el estadio Do Dragao. 

Un jugador, en palabras de Luis Enrique, “incomparable con nadie en la historia”. Un futbolista que, a pesar de ganarlo casi todo (la espinita de un Mundial aún no se la sacado), ha logrado mantener la chispa. Ese es uno de sus mayores logros: reinventarse y mantener un nivel en el tiempo que no tiene parangón. Ni siquiera con los más grandes.

 “La clave está en su cabeza. En su enorme alma competitiva, que espero que no se detenga nunca”, sostiene Guardiola. Messi ha sido la constante del Barça desde hace más de una década. Incluso en temporadas tan irregulares como esta. En un Barça inestable –de extremos– ha mantenido su regularidad goleadora.

De ahí que tenga todos los números para lograr el pichichi liguero (virtualmente ganador con ocho goles más que Suárez) y la Bota de Oro (solo Bas Dost en el Sporting de Lisboa, con cuatro tantos menos, le discute el galardón). Al delantero holandés le queda una sola jornada por disputar en la liga portuguesa ante el Chaves el próximo domingo 21 de mayo. 

El arte del gol

Lo números de Messi son de nuevo asombrosos: 35 goles en Liga. 51 en total. Y eso que el gol se ha democratizado en el equipo desde la llegada de Suárez (27 tantos en Liga) y Neymar (13). En total, el tridente acumula esta temporada 75 goles. O lo que es lo mismo, solo el Madrid ha sumado más goles que la MSN en la Liga.

Nadie como Messi para entender las variedades del gol. Nadie como el argentino para recopilar algunos de los mejores tantos que se recuerdan en la historia del fútbol. Incluso sus hijos –sobre todo Thiago, el mayor– ya han intuido porque la gente habla tanto de sus padre. “Cada vez que me voy de casa se enoja y me dice: ‘¿Otra vez te vas al gol papá?’ Sí hijo, otra vez me voy al gol”, recordaba el propio Messi hace dos años durante la gala de premios de la Liga. 

Poco importa que juegue en el extremo, de falso delantero o mediapunta, su relación con el gol no ha cambiado. Y cada temporada asume todo tipo de récords con naturalidad.

El pasado 23 de abril dejó mudo al madridismo con su tanto número 500 con la camiseta del Barça. A día de hoy –y así será en el futuro– lo más recordado fue una celebración imperecedera en la que enseñó su camiseta al Bernabéu.

Fue otro gesto más de La Pulga en una temporada de celebraciones especiales. Porque este curso se ha visto su versión más argentina, la más volcánica, con momentos sorprendentes como en la remontada ante el PSG o su irrupción en el Bernabéu. 

La renovación más esperada

Desde entonces ha marcado cuatro goles más. Y sigue aumentando la distancias históricas: 347 tantos en 381 partidos en la competición doméstica. El gol se explica más que nunca a partir del ‘10’. Y en el Barça están convencidos de que debe ser el epicentro del proyecto post-Luis Enrique. 

De ahí que se siga trabajando para que se concrete su renovación. Una situación que se está demorando, a pesar de la importancia del futbolista y que ha generado perplejidad entre el barcelonismo. Messi termina contrato en 2018, de ahí las urgencias por ampliar el contrato del mejor del mundo

El Barça insiste que la negociaciones van por el buen camino y la renovación se cerrará en breve. Será de nuevo con otro entrenador. Probablemente Valverde. Uno más en la formidable trayectoria con el Barça de Messi. De nuevo como la constante del equipo, otra vez sosteniendo los éxitos del equipo y conviviendo con la presión de ser el mejor Messi dos veces por semana.