RAYO, 0 - BARÇA, 2

Messi y Neymar fulminan al Rayo

Con dos puñales a la espalda de la defensa del Rayo el Barça fulminó al conjunto vallecano para asegurarse el liderato

JUAN MANUEL DÍAZ

El Barça respondió a su primera derrota de la temporada ante el PSG en la Champions con un ejercicio de responsabilidad en la Liga. Con un fútbol no exuberante pero sí contundente, el equipo de Luis Enrique solventó el que se apuntaba como un duelo complicado con cierta placidez y recurriendo a unos cuantos fogonazos de fútbol directo.

¿Será de nuevo Vallecas el lugar donde se origine de nuevo el debate sobre el estilo y la posesión del balón? En todo caso, en la recta final pudieron caer varios goles más a favor del Barça, cuando estaba con superioridad numérica; pero también dejaron los blaugrana que los de Paco Jémez rondaran el área de Claudio Bravo más de la cuenta al levantar el pie del acelerador. 

CAMBIOS

Luis Enrique removió la alineación con respecto a la derrota en la Champions frente al PSG. Al esperado relevo de Claudio Bravo por Ter Stegen en la portería, siguieron la entrada de Piqué y Bartra en el eje, desplazando a Mathieu al lateral izquierdo; la de Xavi por Rakitic; y la de Munir por Pedro.

El Rayo-Barça del pasado curso tuvo una importancia capital pues, a pesar de finalizar con un 0-4 para los blaugrana, desató un debate en torno a la figura de Gerardo Martino y el estilo de juego del equipo que marcó la temporada. Ese día perdió la posesión del balón, y practicó un fútbol muy directo ante un Rayo que, en manos de Paco Jémez, apuesta por tenerla pelota por potente que sea el rival.

Luis Enrique recurrió al centro del campo de la etapa gloriosa del Barça (Xavi-Busquets-Iniesta) y consiguió en el primer tiempo hacerse con el control del balón (el 64% de posesión) pero no con el control del juego. Por el contrario, el duelo fue abierto, de ida y vuelta, con las defensas muy adelantadas. La típica apuesta de Paco Jémez.

PUÑALES EN LA ESPALDA

Esto no quiere decir que Luis Enrique no supiera dónde buscar la llave de la portería de Toño: Xavi e Iniesta intentaron hacerse con el entrejuego, Mathieu probó las llegadas por la banda izquierda y Messi buscó las asistencias en el ataque estático; pero los blaugrana no se ruborizaron a la hora de apuñalar las espaldas de los centrales del Rayo y así fue como encontró el camino del gol.

Antes de todo esto (8'), Claudio Bravo tuvo que lucirse en un disparo envenenado de Bueno con la derecha que pudo privarle de <strong>su récord de imbatibilidad</strong> y lo reafirmó como el meta del Barça en la Liga por derecho propio.

Poco más peligro generó el Rayo ante un Barça de nuevo sólido en defensa, muy activo en la presión y, sobre todo, rápido a la hora de habilitar a sus hombres de ataque. Messi y Nayemar, sobre todo, rondaron el área aunque sin ocasiones claras en la primera media hora.

PUERTAS ABIERTAS

No había espacios ni metros para las combinaciones de Neymar y Messi, así que los pases llegaron desde la defensa. En el minuto 33' Mateu Lahoz anulaba un tanto a Messi por haber partido en fuera de juego; fue el aviso del 0-1 pues en el 34' el argentino partía en posición correcta después de que Piqué le telegrafiara un envío desde la cueva; Leo se acomodó el balón con la cabeza, se deshizo primero de Abdoulaye y después de Morcillo, y batió a Toño.

 Aún no había procesado el Rayo qué había sucedido cuando el Barça calcó prácticamente la jugada para lograr el 0-2 (35'). Bartra envió para Munir que maniobró entre dos defensores para habilitar a Neymar que había iniciado la diagonal de izquierda a derecha. El brasileño pisó área, evitó la salida de Toño con un quiebro y batió al meta vallecano con la derecha.

CAMBIOS DEL RAYO

Paco Jémez decidió reestructurar su once inicial en el descanso, a la búsqueda de una reacción. Incorporó a Manucho y Aquino y relevó a Abdolaye y Lica.

Intentaba apretar el Rayo al Barça como en el arranque del partido y, aunque sin la misma energía que una hora antes, de nuevo se acercó a la meta de Claudio Bravo. También fue Alberto Bueno el que probó el disparo, primero muy desviado con el pie (50) y a continuación de manera muy mansa de cabeza (53'). Pero sería Baptistao el que haría lucirse al meta chileno con un tiro cruzado (58') que acabó en córner.

Luis Enrique decidió mover el banquillo a la hora de juego, al suplir a Munir por Pedro (59') y a Iniesta por Rakitic (69'). Para entonces, el Barça ya controlaba con comodidad el choque pues Morcillo, con una patada absurda sobre Messi, había provocado su expulsión en el 60'.

EXPULSIÓN DECISIVA

Con la superioridad numérica el Barça generó varias ocasiones que Toño tuvo que solucionar, con más o menos exigencia. Quizás las de más peligro fueron la de Rakitic (70'), que el meta del Rayo tuvo que desviar a córner, y un contragolpe dirigido por Pedro cuyo centro acabó a los pies de Messi; el argentino remató por encima del larguero (80'). También Messi repitió en el 84', disparando alto nuevamente tras una asistencia de Xavi; Xavi lanzó una falta directa muy ajustada; y Messi falló, de manera incríble, un mano a mano con Toño en el área pequeña..

En todo caso, Paco Jémez se hizo a la idea de que era mejor intentar evitar la goleada y retiró a su capitán Trashorras, un jugador de construcción, para incorporar a Jozabed, un centrocampista de contención dispuesto a aportar trabajo en la zona ancha.

No fueron, ni mucho menos, los mejores minutos del Barça. Sandro sustituyó a Neymar y los blaugrana siguieron con su dominio territorial y generando ocasiones, pero sin la clarividencia necesaria para marcar.  

La expulsión de Aquino en el descuento fue absurda y colateral en un choque que el Barça solventó sumando tres puntos que le reafirman como líder de la Liga. Más brillante en cuanto a las cifras que por el juego, el equipo de Luis Enrique recuperó la sensación de equipo sólido que había perdido en el Parque de los Príncipes.