Messi contra la inercia

Messi, en el último clásico en el Bernabéu

Messi, en el último clásico en el Bernabéu / IGNASI PAREDES

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"No nos sentimos inferiores ni al Madrid ni a nadie. ¿Admitir que el contrario es superior por sistema? Claro que no”. Valverde trató, ayer, de reafirmar la vigencia del Barça. Y lo hizo a 24 horas de pisar el Bernabéu y a contracorriente. Porque el encuentro en el Camp Nou dejó entrever que la distancia con el Madrid es mayor que antes del verano. Sobre todo tras la marcha de Neymar.

De ahí que el duelo de hoy (23.00/TV3-Telecinco) se presente como una oportunidad para que el Barça rompa con la inercia y cambie, al menos, la imagen ofrecida en el Camp Nou. 

Para lograrlo el club se aferra a Messi. Seguramente la mayor certeza del proyecto en tiempos de desconcierto. La imagen icónica del la camiseta del ‘10’ levitando  en el Bernabéu, el curso pasado, aún sigue muy presente entre la hinchada azulgrana. Ese día el argentino puso patas arriba el clásico con un gol en el último suspiro que decantó el partido. Fue uno de esos momentos memorables de la temporada. 

Un ‘instant classic’ como el tanto de Sergi Roberto ante el PSG. Dos de los goles más celebrados de la historia reciente del club en una temporada que, paradójicamente, terminó con la afición desencantada. Hoy el Bernabéu probará el ánimo de un Barça que llega a Madrid enredado, con algunos episodios que subrayan el distanciamiento creciente entre la directiva y la plantilla. 

Ayer Busquets recriminó a Segura sus palabras sobre Piqué. Y el anuncio del fichaje de Paulinho por 40 millones ha sido recibido con una mezcla de escepticismo y malestar entre la afición. En parte, porque coincidió con la decisión sobre Samper, al que se invita a buscar otra cesión tras dejarle sin ficha. 

La llegada del brasileño, además, compromete los minutos de Sergi Roberto (otro referente de La Masia) y su fútbol se aleja de la delicadeza de Verratti, el fichaje estructural para el mediocampo que generaba unanimidad a principios de verano.

La sensación general es que crece la distancia entre el discurso oficial –la publicitada apuesta por la cantera– y los hechos (Roberto es el único futbolista de la cantera que en los últimos tiempos se ha consolidado).  

El runrún crece ante la posibilidad de una moción de censura  liderada por Agustí Benedito el mes de septiembre. Pero en el club están convencidos que el equipo tiene mucho margen de mejora y que la llegada de futbolistas como Coutinho y Demebélé cambiarán el estado de ánimo de la afición. 

Antes, la plantilla actual tendrá que afrontar otra prueba de altura ante el Madrid. No estará Cristiano –sancionado con cinco partidos– pero volverá Modric al once y en Madrid se le tiene ganas al Barcelona. Lo tiene claro la plantilla azulgrana que  sabe que sus opciones pasan por otra noche mágica del ‘10’.