Mathieu vuelve reconciliado con el fútbol

Quedan pocos futbolistas como Mathieu. De esos que dicen lo que piensan. El francés puede llegar a ser un personaje incómodo porque habla con honestidad de un mundo -el del fútbol- marcado por las apariencias y el bienquedismo.  

"En el Barça perdíamos como equipo y ganábamos como equipo. No tengo ningún problema con Piqué y Mascherano, pero la palabra amigo es muy grande. No creo que en el fútbol haya muchos amigos".

Así de tajante se mostró en el partido en Lisboa. Mathieu compareció ante los medios sin disimular su malestar con las críticas que recibió durante su paso por el club azulgrana.

Si estaba en el campo, el escrutinio con el francés era monumental. Tras el 3-0 en Turín de la temporada pasada se convirtió en una especie de chivo expiatorio. Luis Enrique le puso la cruz y Mathieu terminó marchándose a Lisboa.

En el Sporting vuelve a disfrutar del fútbol. Con la continuidad que tanto echaba de menos de su etapa en el Valencia. "Estoy en Lisboa, con un equipo que me quiere y donde puedo mantener el nivel. Estoy feliz. En el Barça había más presión que aquí”.

Fijo para Jorge Jesús, el Barça ya pudo comprobar en el partido en Lisboa que Mathieu se encuentra en un gran momento de forma. A pesar de que el conjunto de Valverde se llevó el triunfo, el francés incomodó a Messi con su rapidez.

En el Camp Nou no terminó de sentirse como en casa. Demasiado exigido por el precio de su traspaso y en la sombra de los centrales titulares. Tampoco en el vestuario se integró del todo. Dicen que iba a la suya y cuando se sentaba delante de los medios nunca trataba de impostar lo que no era. "¿Dicen que fumo? Sí. ¿Y qué? no soy ni seré ni el primer ni el último futbolista que lo haga".