Marcos Llorente: de casta le viene al galgo

De vez en cuando en el fútbol se dan fenómenos asombrosos. El de Marcos Llorente es uno de ellos, durante años ocupando posiciones habitualmente defensivas en el centro del campo y de golpe, convertido en uno de los principales argumentos ofensivos del Atlético de Madrid. El 'Cholo' Simeone ha sabido ver en un futbolista que la está rompiendo lo que nunca percibió Zidane.

Y eso que le tuvo a sus órdenes primero en el Real Madrid Castilla, cuando el francés aterrizo la temporada 2015-2016. Incluso, le hizo jugar un partido de central. Pero 'Zizou' subió al banquillo del primer equipo madridista y se olvidó de Marcos Llorente. Se fue cedido al Alavés.

Mauricio Pellegrino le hizo jugar casi siempre de pivote y el fuenlabreño fue pieza clave en un equipo que alcanzó el hito de jugar la final copera contra el Barça. Pero regresó al Real Madrid y Zidane apenas contó con él. Veinte partidos en los que no marcó ni un solo gol.

La campaña 2018-2019, con la marcha de ZZ se le abría un horizonte, pero entonces llegó la falta de continuidad por culpa de las lesiones y ni Julen Lopetegui ni Santiago Solari le sacaron todo el provecho. El regreso de Zidane muy entrada la temporada ya fue definitivo para un cambio de aires.

El Atleti echa el resto: 40 'kilos' por Llorente

El 20 de junio de 2019 se anunció el traspaso de Marcos Llorente al máximo rival ciudadano. Vino para sustituir en la medular a Rodrigo, por quien el Manchester City abonó los 70 millones de su cláusula de rescisión. El madrileño, que se marchó sin rencores, arrancó como estaba previsto en el pivote, pero ya a finales de la temporada pasada empezó a 'experimentar' en posiciones más ofensivas: algún partido de interior, otros de mediapunta... Jugó 36 encuentros, marcó cinco goles y repartió otras cinco asistencias.

Pero la gran transformación ha llegado esta temporada. Llorente ha añadido a su espíritu de sacrificio y grandes dosis de carácter, una velocidad endiablada y una relación con el gol que solo podía sospechar el 'Cholo', quien más ha creído en este futbolista que ha respondido a su confianza de forma espectacular.

13 goles y 11 asistencias

Marcos Llorente ha ido adelantando metros sobre el terreno de juego como si fueran las yardas del rugby, poco a poco y con constancia. Ya a nadie le extraña verle pisar la línea de fondo para dar la asistencia decisiva, probar un disparo seco y duro o marcar goles como si lo de 'killer' fuera de toda la vida. Trece dianas y once asistencias le contemplan esta temporada, en la que solo se ha perdido tres partidos: los dos de la Copa del Rey -no estuvo presente en la eliminación a manos del Cornellà- y uno liguero, porque tuvo que cumplir sanción.

Esta temporada, el de Fuenlabrada ha jugado de lateral diestro -en un partido ante el Getafe donde le reubicó Simeone tras sustituir a Vrsaljko-, pivote, mediocentro ofensivo, interior/carrilero derecho, extremo diestro y mediapunta. Y en el Camp Nou podría estrenar, a tenor de lo ensayado por el 'Cholo', una nueva posición, la de delantero junto a Luis Suárez en un 3-5-2.

Un velocista que se cuida al detalle

Marcos Llorente perpetúa una saga muy deportista. Nieto por parte materna de Ramón Grosso -que jugó una temporada en el Atlético antes de cuajar una larga carrera en el Real Madrid-; sobrino nieto del mítico Paco Gento; hijo de Paco Llorente -el extremo que también estuvo en los dos clubs-; y sobrino de Julio y los baloncestistas Toñín y Joe Llorente. Casi nada.

De su padre y los Gento (Paco, Antonio y Julio) ha heredado en sus genes la velocidad. Se 'machaca' físicamente los días de fiesta y hasta después de los entrenamientos -eso que el 'profe' Ortega les da mucha caña-, y presta una especial atención a su alimentación. Esta temporada, en un partido contra el Athletic de Bilbao, alcanzó los 35,4 kilómetros por hora de velocidad punta. Lo sorprendente es que fue en el tiempo de añadido. Sin duda, de casta le viene al galgo.