Suárez: "Retirarme aquí sería lo más grande"

Dídac Peyret

Dídac Peyret

En Luis Suárez (32 años, Salto, Uruguay) conviven dos tipos. El futbolista que juega con la mecha encendida. Y el conversador afable que se relaja hablando de mate. El primero culminó una contra en el minuto 89 para poner el 5-1 ante el Sevilla. El segundo se presenta unas horas después para atendernos. Son las las 10.20 de la mañana y llega afeitado y de buen humor. 

Después de una remontada tan frenética, ¿el futbolista puede dormir? 

Sí. Depende. Hay veces que uno encuentra el sueño más fácil y hay veces que no. La adrenalina está ahí y a veces les das vueltas, pero esta vez no me costó demasiado. 

Eres de los que repasa el encuentro, mira sus goles... ¿sigues alguna rutina?  

Lo marca mucho el partido que hayas tenido [risas]. Porque hay veces que no tienes gana de mirar nada. Ayer, por ejemplo, justo estaba mi mujer despierta y hablamos un poco del partido. A veces lo hacemos. Después se duerme y me pongo a mirar un poco la tele. Sobre todo las noticias. Me fijo en eso; y no te hablo de las deportivas. Y ahí te termina entrando el sueño. Sobre todo pensando que tienes que madrugar y llevar a los niños al colegio [sonríe].

¿Es muy difícil ser Luis Suárez?

No. Uno trata de ser lo más sencillo posible. Simplemente ser un ser humano como todo el mundo. Soy padre, soy marido y me dedico al fútbol. Pero trato de que la gente no piense que vivo en un mundo aparte. Mucha gente cree que no tenemos idea de nada porque nos encerramos en nuestro mundo. Pero solo soy un padre al que le gusta pasar mucho tiempo con sus hijos  y su mujer.

Una vez te escuché decir que había dos Suárez; el futbolista, que parece siempre enojado, y la persona ¿Sigue existiendo esa dualidad o has cambiado?

[Risas]. Sigo siendo el mismo jugador ambicioso. Sigo jugando con las ganas que uno tiene si no le regalaron nada desde chico. Esa hambre de ganar y esa forma de jugar no me la va a cambiar nadie. Pero sí que aprendí mucho, sobre todo por lo que viví en el Barcelona y a raíz de lo que pasó en 2014. Estoy en eso, en disfrutar un poco más del fútbol. 

"Me acostumbré a jugar con molestias pero llevo un mes limpio de dolor"

¿Jugabas demasiado enojado? 

Jugar enojado no significa que te vayas a pegar constantemente. Pero lo de luchar y discutir; obvio porque ese soy yo. Pero creo que ahora río más y disfruto más de los compañeros. De mi alrededor. Eso lo cambié, a pesar de que mi forma de estar en la cancha no va a cambiar. Cuando digo que soy diferente fuera de la cancha es porque afuera, si me enojo, es por algo muy grande. Pero en el campo me vale con lo más pequeño [risas].

Puyol siempre cuenta que conocer a Piqué le cambió la perspectiva del fútbol y que le enseñó a disfrutar de la vida; ¿qué influencia ha tenido en ti Leo? 

[Se lo piensa]. Creo que me ha podido servir verlo a él tan tranquilo muchas veces en los partidos. Uno a veces piensa que tiene que estar concentrado el día antes o el mismo día del partido a todas horas. Eso me pasaba mucho en el Liverpool, en la selección, en todos los clubes que estuve antes. Y creo que ver el ambiente de aquí, que los ves concentrados, sabiendo lo que hay que hacer, pero más relajados me  ha ayudado.   

¿Leo todavía se libra de cebar el mate?

[Carcajadas]. No, la verdad es que últimamente no. Hay veces que yo estoy con otras cosas y él lo agarra, se ceba él, o directamente lo hace cuando vamos a su casa.

¿Qué se le da mejor a Leo, cebar el mate o hacer un asado?

El asado todavía no lo probé. Está pendiente. Todavía no se animó a invitarme [risas]. Se ve que quiere que le haga una prueba. 

O sea que eres tú el que lo organiza siempre…

Sí, sí. A ver, también tenemos una persona para nosotros. El asado es un momento en el que tienes que estar en familia, con amigos y hablando. Y hay veces que te pierdes ese momento porque no todo el mundo está delante de la parrilla. Hay gente en la mesa. Y claro, hay veces que contratamos a una persona, un amigo, para poder disfrutar nosotros. Pero la verdad es que tengo pendiente el asado de Messi. Queda pendiente.

Un habitual en los asados era Neymar; más allá de lo futbolístico, ¿qué es lo que más echas de menos de él?

Obviamente que era un jugador que dentro del vestuario transmitía mucha alegría. Era un compañero al que siempre se le veía con una cara alegre. Como a los brasileños en general. Claro que se extraña eso, pero nosotros en su momento hicimos el cambio de chip de que no iba a estar y había que cambiar esa sensación de vacío que nos dejó. 

¿Te lo imaginas volviendo algún día?

En el fútbol siempre digo que nunca se sabe qué puede pasar. Hoy en día él está disfrutando muchísimo en el París. Está con los objetivos claros. Pero obviamente como compañero, amigo o aficionado al fútbol siempre quiero a los mejores a mi lado. Pero es algo hipotético que nunca se sabe.  

Pero obvio que te haría ilusión…

Claro, porque es un jugador que marca la diferencia. Pero también hay que ser consciente de que era tan complicada la decisión que tomó a la hora de irse como lo sería ahora si decidiera volver. 

Para la gente Messi es un gran misterio. Pero tú tienes el privilegio de compartir largos trayectos con él ¿de qué se habla en el coche de Leo?

No solamente hablamos de fútbol. Hablamos de pasado, hablamos del futuro.Porque somos dos seres humanos que, a parte de ser compañeros de equipo, somos amigos que compartimos muschísimas cosas. Y no solo ahí; a veces nuestras mujeres están haciendo cosas y nosotros estamos solos. En mi casa o en la de él tomando mate. Y estamos dos o tres horas hablando de todo. Pero es lo que siempre digo: mucha gente lo ve como Messi pero para mí es solo Leo. 

¿Llegáis a ver partidos juntos?

No, pero comentamos mucho las situaciones del juego. Tanto lo bueno como lo malo. Porque somos muy autocríticos con nosotros mismos. Hay días que el equipo gana y salgo enojado igual, porque no me sentí bien. Y Leo sabe que salí con bronca. Igual que yo sé cuando sale enojado aunque el equipo haya ganado porque él no se sintió bien. 

¿Qué es lo que más bronca le da a Leo en un terreno de juego?

[Se lo piensa]. Creo que como a todo jugador. No haberse sentido útil en ayudar al equipo cuando el partido fue mal.   

Cuando se siente mal; ¿le dejas su espacio o estás encima para animarlo?

Todo jugador necesita su espacio cuando sabe que algo anda mal. Yo, Leo, Philippe, Piqué, Busi, Jordi… Todos los jugadores necesitan su espacio. Porque es mejor dejar que se vaya diluyendo todo que ir a hablarle y seguir discutiendo, ¿no?

"Con Dembélé me impliqué porque yo tambié fui joven"

Hay mucha leyenda urbana sobre el momento en el que pasas a jugar de ‘9’ en el Barça ¿Es verdad que fue Leo quién te lo dijo?

[Sonríe]. El sistema táctico que teníamos con Luis Enrique era de Leo jugar de falso nueve, tirándose al número diez [dibuja la táctica con los dedos]. ..  Ney iba por un lado y yo por el otro pero, a mi me tocaba más ir entremedio del central y el lateral, más para dentro.  Y bueno, después en un partido contra el Ajax. Ellos estaban muy atrás y claro Leo en esa posición había veces que se sentía sin espacios y yo me metí por ahí. Hicimos dos jugadas y cuando ya me iba a cambiar, Leo me dice: ‘Si querés quédate ahí’. Como preguntándome. Me quedé en esa posición y luego Luis Enrique, que es el que decidía, lo dialogó, lo conversó, y nos dijo: ¿Os gustaría seguir así?  Conmigo de  ‘9’. Los tres dijimos que sí. Y así se quedó.

¿Hubo mucho cachondeo con Luis Enrique por el tema?

No[alarga la ‘o’]. Me acuerdo del momento que Leo me lo dijo pero fue una cosa hablada con Luis Enrique. 

Ahora no está Neymar pero sí está Dembélé. Su mejora en los últimos meses ha sido brutal. Y jugadores como tú os habeis implicado en tratar de implicar y aconsejar al francés ¿Qué tiene Ousmane que ha hecho que te hayas implicado tanto?

Porque es joven. Uno fue joven y sabe que mucha gente le puede pintar que es un fenómeno, que todo anda espectacular. Pero en realidad hay muchas cosas que aprender. Porque a mí me tocó. Me tocó vivir ese momento. Y lo que tenía que hacer ahora es apoyar a Ousmane. Él tiene muchos jugadores alrededor en este vestuario para aprender de profesionalismo. Nadie va a enseñarle a Ousmane a patear un  balón, porque de eso ya sabe. Pero otra cosa es cómo trabajar. Como tener sus rutinas a la hora de mejorar. Obviamente es un jugador que recién está empezando, pero creo que va a ser uno de los grandes del mundo.

Es un jugador especial, ¿habías jugado alguna vez con un jugador tan rápido como él?

[Carcajadas]. No.

¿Es increíble, ¿verdad? la manera cómo se  lanza el balón para adelante...

[Sonríe]. No es que se lance el balón tan lejos,  sino que hay veces que él sale a la contra y yo no llego. Yo no llego y veo a Leo aún más detrás mío, y decimos: ‘Va muy rápido, a este no lo agarramos’ [risas]. Cuando él empieza a correr a nosotros nos tiene que agarrar por delante para llegar a la altura de la definición. Si no es imposible llegar ahí. 

¿Le falta control?

Igual por ahí tiene momentos que parece que perdió el balón y al final él llega. O tampoco sabes cuando te va a tirar una pared de lo rápido que va él.... o dónde tirársela. Pero bueno es un jugador que nos está ayudando muchísimo.

De hecho hay veces que es capaz de meter un gol memorable y en la siguiente jugada fallar un pase a medio metro. Es un jugador que puede ser desconcertante…

Eso es por la relajación que tiene  también al ver que hay veces que le va todo espectacular. Y es ese momento de relajarte. De decir: ‘no la voy a perder’ y ahí pierdes un balón fácil. 

Te decía antes que, con Ousmane, habías ejercido un poco de capitán, ¿te haría ilusión ser capitán del Barça en algún momento?

Yo tengo 32 años ya [resopla]. Una cinta no me va a cambiar nada a a mí a estas alturas. Bastante experiencia tengo. Creo que si Thomas [Vermaelen] se va a final de temporada me quedaré como el más mayor porque cumplo en enero [risas]. Piqué cumple después y Leo después de ‘Geri’. Y no necesito ser capitán. Creo que todo el mundo sabe cuál es mi rol en el vestuario. Pero obviamente uno tiene la ilusión si te toca, como me tocó en el Liverpool, con Uruguay o en el Ajax.

¿Pero no te haría ilusión?

Obviamente que a uno le genera ilusión, pero no es algo que me volvería loco. Porque yo ya sé el rol que cumplo en este vestuario.

En cada temporada te cuesta  marcar al comienzo y empiezan los rumores sobre tu futuro. ¿Te molestan que sigan habiendo esas críticas con la trayectoria que llevas en el Barça?

A ver, la crítica está a la orden del día constantemente. Y más aquí, en el Barcelona, con la exigencia que hay aquí. Uno sabe donde está. Uno sabe que la exigencia es cada tres días. Yo dejo de hacer un gol un partido y ya está. Ya te entra la duda. Tienes que estar conviviendo con eso todo el tiempo. La crítica no me duele porque sé la edad que tengo, sé la trayectoria que tengo. Lo que me duele es, si se llega a comentar algo internamente dentro del club -y quieren buscar una solución porque ya estoy mayor-  no me lo vengan a decir a mí. Eso sí me dolería. Pero en realidad la crítica del periodista o de la gente no. Porque sé lo que tengo que rendir en el Barcelona y sé la presión que conlleva jugar aquí. Estoy acostumbrado y siempre he tratado de responder de la mejor manera. 

"A De Jong hay que sacarle presión; no tiene que venir a solucionar nada"

¿Terminar aquí la carrera te haría feliz?

Sí. Obviamente porque uno nunca llega a imaginárselo. Pero creo que es el deseo de cualquier jugador. Terminar en el mejor club del mundo es lo más grande.  Pero sabiendo de la dificultad que tiene esto porque muy pocos lo han conseguido antes.  

Llevas tiempo conviviendo con problemas en la rodilla, ¿te has acostumbrado a jugar con dolor o han desaparecido las molestias?

Sonríe]. La verdad es que no quiero ni hablar del tema porque desde el parón no he tenido ni el más mínimo dolor. Y no quiero ni pensarlo porque llevo un mes limpio, sin dolor, cuidándome, trabajando para no tener ese dolor. Y ese trabajo que hicimos de tres o cuatro meses con los doctores  me deja tranquillo. No me puedo quejar porque no siento absolutamente nada. 

¿Cómo conseguías jugar al máximo nivel con esas molestias?

Desde agosto hasta noviembre-diciembre me acostumbré a jugar con dolor. Pero este mes último está yendo espectacular.

En alguna ocasión has reconocido que Leo te aprieta con aquello de que fallas los goles fáciles; ¿sigue con eso?

[Sonríe]. Por ahí ayer se reía de que me había sacado la barba. Como que me quedaba mal. No, a ver, tenemos muchas bromas. Mucha joda. A veces estamos en un entrenamiento y hacemos definición, tiros libres y  no hago  ningún gol y me dice: ‘¡Qué día, Luis!’

¿Y tú a él?

Sí, obvio. Creo que hay algunos que se cohiben en decirle cosas a Leo pero yo le digo: ‘Hoy no estas, Leo’. Cosas así. 

Hablemos de Coutinho. Su rendimiento bajó hasta que llegaron los goles al Sevilla,  ¿crees que tenía más que ver con su posición en el campo o con una cuestión de confianza?  

Creo que la posición no, porque está acostumbrado a jugar ahí. Con Brasil ha jugado ahí. Cuando yo estaba en el Liverpool también. Después cambió un poco la posición. Pero él sabe jugar y es un jugador que  marca diferencias. 

¿No es un poco irregular?

Sí que tiene rachas pero todas las tenemos. Hay momentos en los que, y te lo digo porque me ha pasado a mí,  si no te salen dos o tres jugadas ya entras en la fase de  ‘ay, no me sale ninguna, ay, tengo que hacerlo bien…” y eso es peor a veces. Pero creo que Philippe tiene muchos años en Europa para tratar de demostrar la clase de jugador que es. Creo que se ha sido injusto con él. Sobre todo por lo que le dio al club en sus seis primeros meses aquí. 

¿Le ha podido afectar ser reserva? 

Él vino del Mundial y estaba jugando de titular, pero luego tuvo la lesión i quizás  le costó un poco más. Ousmane estaba bien. Y él lo aceptaba sin ningún problema. Pero ahora creo que está en un buen momento, adaptándose al sistema que le está poniendo el entrenador. 

Se habla mucho de rejuvenecer la plantilla y una de las caras nuevas es Frenkie  De Jong; ¿ilusiona al vestuario la llegada de un jugador así?

Sí, obviamente que ilusiona, porque es un jugador del que está hablando toda Europa. Y aquí lo recibiremos con los brazos abiertos porque es un grandísimo jugador, pero también hay que sacarle la presión. Que venga a ayudar al equipo, pero que entienda que no viene a solucionar nada.

¿Llegaste a hablar con Griezmann cuando se hablaba tanto de su fichaje?

No. No. Solamente coincidí con él en los partidos. Y luego a través de Godín pero, nunca llegué a hablar.

¿Que se anuncie su fichaje así ahora crees que puede molestar a jugadores como Rakitic?

No, porque son jugadores de muchísima experiencia. Lo son Ivan, Arturo o Busi. Pasa lo mismo conmigo:si me traen un nueve de 22 años, me parecerá espectacular. Porque es un jugador que tiene que aprender y tiene que acloparse a lo que es el Barcelona. Y uno ya va siendo consciente de la edad que tiene.