Las cuentas pendientes de Lucescu con el Barça

Mircea Lucescu, en el banquillo del Camp Nou cuando era entrenador del Shakhtar Donetsk

Mircea Lucescu, en el banquillo del Camp Nou cuando era entrenador del Shakhtar Donetsk / MARC CASANOVAS

David Salinas

David Salinas

El rumano Mircea Lucescu ocupará este miércoles el banquillo del Camp Nou. Con 75 años, el entrenador del Dinamo de Kiev integra esa rara estirpe de técnicos que pueden definirse como “viejos zorros” del fútbol por su longevidad y profundo conocimiento del fútbol. Lucescu, que ya se enfrentó al FC Barcelona en 1994, acumula varias cuentas pendientes con el equipo azulgrana y, aunque ya se cobró algunas en Donetsk y en el Camp Nou, sigue teniendo saldo negativo.

Para hacerse una idea del tiempo que lleva este sabio entrenador en el mundo del balón basta echar una ojeada a su historial: tiene duelos en el banquillo con Miguel Muñoz, Jupp Derwall, Dino Zoff, César Luis Menotti o Johan Cruyff, entre muchos ilustres de la pizarra. Igualmente, en su infinito historial destaca un partido, de Champions (contra el Rapid de Bucarest, en 2005), que lo enfrentó a su hijo Razvan, ahora timonel del Al-Hilal (Arabia Saudita).

26 años atrás...

Lucescu y el FC Barcelona cruzaron sus caminos por vez primera en el Gamper de 1994, en la segunda semifinal del trofeo azulgrana, cuando se jugaba en fórmula cuadrangular. El técnico estaba entonces en el banquillo del Brescia y había pasado antes por el del Cornivul Hunedoara (1979), la selección de Rumanía, el Dinamo de Bucarest y el Pisa. El equipo de Johan Cruyff ganó cómodamente por 4-0 al cuadro lombardo, que también perdió la final de consolación contra el PSV (2-1).

El fútbol no volvió a reunir al Barça y a Lucescu hasta el 5 de diciembre de 2001, entonces estratega del Galatasaray. Pese a sacar un empate (2-2) en el Camp Nou –por primera vez un equipo turco puntuó en el coliseo azulgrana–, el Galatasaray perdió en Estambul (0-1) contra el Barça y no superó la segunda liguilla de la Champions. 

El resto de enfrentamientos, siete, los vivió en el banquillo del Shakhtar Donetsk, donde es y será siempre una institución (dirigió 535 partidos). En el primero perdió 3-0 en el Camp Nou y, en el segundo, vio el debut europeo de Leo Messi el 7 de diciembre de 2004 (2-0), un partido en el que el equipo de Frank Rijkaard no se jugaba nada. La victoria no le sirvió para avanzar a los octavos de final (acabó tercero en la fase de grupos).

Políglota

En el siguiente duelo, de la Champions 2008-09, tras un 1-2 en Donetsk, hizo gala de su dominio de los idiomas (habla hasta siete) y acusó al Barça de antideportivo. Fue cuando le dijo a Guardiola: “¡Vergüenza, vergüenza!” en italiano, para mostrar su disconformidad en una jugada del partido en la que el Barça marcó el gol del triunfo (Messi) después de no devolver el balón al Shakhtar, que lo había mandado fuera para que atendieran a un lesionado. “Si esto llega a pasar en Italia no salen vivos”, llegó a decir.

En el partido jugado en el Camp Nou, con el Barça ya clasificado para octavos y un equipo de circunstancias, se tomó una pequeña revancha y ganó 2-3, aunque el Shakhtar, otra vez, quedó fuera de la siguiente ronda al acabar tercero la fase de grupos. Lucescu admitió que hubo desquite, pero solo en parte: “Todavía tengo muy presente aquella derrota”, dijo.

Más decepciones

Aún le dolieron más las tres últimas derrotas contra Barça: la final de la Supercopa de Europa, en Mónaco, con un gol de Pedro en la prórroga (agosto de 2009) y las dos en los cuartos de final de la Champions 2010-11: 5-1 en el Camp Nou y 0-1 en Donetsk. En el 5-1, curiosamente, no anotó ningún delantero (Iniesta, Dani Alves, Piqué, Keita y Xavi). El 0-1, con gol de Messi, supuso la primera victoria del Barça de Pep Guardiola en eliminatorias de la Champions League.