Iñigo Martínez: la historia (no contada) de un currante que soñaba en grande

Recorremos los inicios y la trayectoria futbolística del defensa vasco, de la mano de varios testimonios que le han seguido muy de cerca

El futbolista aterriza en Barcelona con la carta de libertad, tras más de una década entre la Real Sociedad y el Athletic Club con "hambre de títulos"

Xavi contará con un central zurdo de garantías, de quienes los entrevistados para este reportaje destacan su "carácter, mentalidad y profesionalidad"

Valladolid - Athletic | El gol de Íñigo Martínez

Valladolid - Athletic | El gol de Íñigo Martínez / LALIGA

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Tras İlkay Gündoğan, el Barça ha oficializado la incorporación de Iñigo Martínez para reforzar el eje de la defensa de cara la próxima temporada. El central llega con la carta de libertad bajo el brazo, procedente del Athletic Club, con 32 años recién cumplidos. Uno de los mejores zagueros de la competición cambia el País Vasco por Catalunya y el rojiblanco por el blaugrana, con el objetivo de aumentar el nivel de la retaguardia culé.

Nacido en mayo de 1991 en Ondarroa (Bizkaia), una localidad costera de algo menos de cuatro kilómetros cuadrados de extensión y poco más de 8.000 habitantes. Allí, Iñigo empezó a darle patadas al balón en el equipo local de su pueblo, el Aurrera de Ondarroa. Cuentan, también, que siempre se le veía con la paseando por el pueblo vestido de arriba abajo con la equipación del Athletic. Fue rechazado en Lezama en edad de Cadete, pero aceptado en Zubieta.

“Cuando empezó a jugar en las categorías inferiores de la Real Sociedad, ayudaba a sus padres a descargar barcos en el puerto de Ondarroa. Con el dinero que se ganaba, se costeaba los viajes para ir a Donosti a entrenar”, apunta a SPORT Robert Basic, periodista de ‘El Correo’. Una simple anécdota que destila cuáles fueron los orígenes de Iñigo: humildes, lejos de venir de buena cuna.

En las categorías inferiores de la Real Sociedad empezó alternando su posición como centrocampista y central, pero fue en el eje de la defensa donde fue afianzándose y labrándose un nombre. Su ascenso fue meteórico y ascendió de categoría en su primera temporada con el filial, a Segunda División B. En 2011 realizó la pretemporada con el primer equipo y convenció a Philippe Montanier para quedarse con los mayores.

Juventud y veteranía

“Ya se le veía un jugador diferente, con carácter, personalidad y una buena zurda. Ve y entiende el hombre libre y cuándo toca jugar en corto y cuándo toca hacerlo en largo”, recuerda el exfutbolista de la Real Sociedad Xabi Prieto a SPORT sobre los primeros recuerdos que tiene de Iñigo en el vestuario de Anoeta.

Tras el técnico francés, llegó el turno en los banquillos de Jagoba Arrasate y David Moyes; hasta que en 2015 tomó las riendas del equipo ‘txuri urdin’ Eusebio Sacristán, quien ha acabado convirtiéndose en el entrenador que ha dirigido a Iñigo en más partidos (78), los mismos que Gaizka Garitano en el Athletic Club.

Eusebio en rueda de prensa, como técnico de la Real Sociedad

Eusebio en rueda de prensa, como técnico de la Real Sociedad / EFE

“Todavía era joven cuando llegué, pero me di cuenta rápidamente de la fuerza que tenía dentro de ese equipo por su mentalidad. Fue un jugador importante en mi etapa en la Real Sociedad, era un central fijo para mí. Tenía las condiciones ideales para llegar al tipo que de juego que quería implementar, tanto en la fase defensiva, como en la ofensiva. Era fuerte, agresivo, con un gran carácter e intensidad, un ritmo alto… Íbamos de la mano en el juego”, rememora el vallisoletano a SPORT.

Cambio de colores

Fue una de las épocas más doradas de la Real Sociedad y con Iñigo como estandarte defensivo, el equipo se clasificó para la Champions League por cuarta vez en su historia. Entonces, el Barça ya se fijó en él para reforzar el eje de la defensa, pero la operación no acabó recibiendo luz verde. Quien sí la recibió fue el Athletic Club. El eterno rival. Los ‘leones’ abonaron los 32 millones de euros de su cláusula de rescisión en enero de 2018, algo que no sentó bien en Donosti.

El capitán del equipo, Xabi Prieto, le telefoneó al enterarse de la noticia. “Iñi, no me jodas que te vas…”, recordaba en una entrevista concedida al ‘Noticias de Gipuzkoa’. El eterno ‘10’, en SPORT, también añade lo siguiente: “Su salida de la Real fue complicada, se iba un amigo al Athletic. Nos pilló por sorpresa porque fue una pérdida personal y uno de los mejores jugadores. Tenía una nueva ilusión y quería cambiar de aires, al final lo acabas entendiendo. En aquella época también estuvo cerca de fichar por el Barça, pero llegó el Athletic en invierno y pagó su cláusula, que para eso están también”.

Xabi Prieto e Iñigo Martínez disputan un balón con Leo Messi

Xabi Prieto e Iñigo Martínez disputan un balón con Leo Messi / EFE

Con el Athletic llegó su etapa de consolidación. Basic, que ha seguido de cerca sus pasos desde que ha jugado como local en San Mamés, destaca que “tiene una virtud y es que todos los jugadores mejoran cuando están con él, como Vivian o Yeray”.

A pesar de que en su presentación como nuevo futbolista rojiblanco dijo que “aquí no vale quedar en la mitad de la tabla”, lo cierto es que no ha logrado volver a participar en una competición europea en sus cinco temporadas y medio. Ahora bien, sí pudo estrenar su palmarés con la Supercopa de España 2021 –venciendo al Barça en la final, precisamente-, añadiéndola al Europeo sub-21 que alzó en 2013.

En aquella etapa, empezó a ser más asiduo en la selección española absoluta y era uno de los nombres que apuntaba a entrar en la convocatoria para la Eurocopa 2020 –que se disputó en 2021, a causa del Covid-. No obstante, el central echó el freno y priorizó su salud mental por delante de participar en un campeonato europeo.

La importancia de la salud mental

“Hay que aprender a decir basta. El fútbol cada vez aprieta y exige más, se trata de ser honesto contigo. Sabía que venía una competición muy exigente, en la que había que estar al 100% y yo no estaba bien", recordaba en una entrevista concedida a ‘Marca’. En otra conversación con ‘El País’ añadía: “No es una decisión que se tome de un día para otro. Te encuentras físicamente bien, pero cuando la cabeza no funciona, los pies no avanzan. Me tocó vivirlo, asumirlo y con la ayuda de mucha gente; parar, descansar, olvidarme de todo, ver a la selección desde la tele y volver con las pilas cargadas. En el fútbol ganamos cierta cantidad de dinero, y eso te puede ayudar a llevarlo mejor, pero en mi caso y con lo que he vivido, te ayuda, pero no basta”.

En ocasiones, no es fácil reconocer que no estás bien, más aún en un sector con una hipermasculinidad tan frágil como es el del fútbol, y que necesitas ponerte en manos de profesionales. Ejemplos como el de Iñigo, Borja Iglesias o Andrés Iniesta ayudan a crear referentes y a allanar el camino a otros jugadores que se vean atrapados en la vorágine y la esclavitud del resultadismo y del rendimiento a más alto nivel.

Iñigo Martínez celebra un gol como jugador de la Real Sociedad

Iñigo Martínez celebra un gol como jugador de la Real Sociedad / EFE

A pesar de que era un secreto a voces su salida del Athletic este verano como agente libre, la marcha de Iñigo se ha visto empañada por un cruce de comunicados de la entidad rojiblanca y del propio futbolista. “Ha sido triste, fea e inapropiada de una institución como el Atlhletic; deja un sabor amargo y podría haberse gestionado mejor”, reconoce el periodista de ‘El Correo’.

Una de las voces más autorizadas de la historia del Athletic Club, no obstante, da el beneplácito del fichaje de Iñigo por el Barça. "Es uno de los mejores centrales de la Liga, lo ha demostrado en el Athletic, la Real Sociedad y la selección española. Puede aportar muchísimo al Barça, aunque es cierto que va a tener competencia con centrales jóvenes y de calidad, pero él tiene experiencia en partidos importantes", comentaba Gaizka Toquero a SPORT en LaLiga Promises.

El Barça ya llevaba tiempo tras los pasos del de Ondarroa y trató de cerrar su fichaje con anterioridad. El curso pasado, la dirección deportivo ya trató de atarlo, pero su llegada se ha dilatado hasta este verano, a cambio de ser a coste cero.

“Cuando pierde, se le llevan los demonios”, apunta Basic. La ambición y mentalidad ganadora le han llevado a apostar por el Barça, que siempre ha ido tras los pasos del de Ondarroa, y ha apostado por vestir de blaugrana, haciendo caso omiso a los cantos de sirena que venían desde la Premier League.

Por fin, de blaugrana

Llegará con 32 años en un vestuario muy joven y con cuatro futbolistas que ocupan su misma posición: Jules Kounde, Ronald Araujo, Andreas Christensen y Eric Garcia. Eso sí, será el único zurdo de todos ellos, algo que lleva años el club tratando de encontrar en el mercado, por el momento, sin éxito. “Todo dependerá de la idea de Xavi, pero tener un central zurdo te aporta muchas soluciones si propones un juego desde atrás, ya sea con defensa de tres o de cuatro. Con Araujo formaría una gran pareja de centrales”, explica Prieto, quien recuerda que le daba “muchísima seguridad jugar con él detrás”.

Eusebio más allá y le compara con Carles Puyol, por su “agresividad, intensidad y mentalidad” y porque “se adaptó a la técnica del juego ofensivo con balón”. “Tiene las condiciones ideales para conseguir el trabajo que un entrenador, como Xavi, quiere para el Barça”, apunta el extécnico, añadiendo que “su nivel en los entrenamientos es muy alto”.

Iñigo Martínez junto a Gavi en un Athletic Club - Barça

Iñigo Martínez junto a Gavi en un Athletic Club - Barça / EFE

A pesar de la gran competitividad, Basic tiene claro que “desde el primer día vendrá para comerse el mundo y llevaría mal no jugar porque se resiente cuando no lo hace”, así como que “va al Barça para ser titular a partir del primer partido. No tendrá problemas de adaptación, solo necesita sumar minutos”.

Con él, el Barça también gana en las dos áreas. “Es un cuchillo a balón parado”, comenta Basic. Durante todas sus temporadas como profesional, a excepción del curso 2018-19, siempre ha visto puerta, por lo menos, en una ocasión. También lo hizo con la selección española en un partido de la Nations League hace justo un año.