Gavi no se arruga ante la hostilidad de los campos rivales

En San Mamés, como recientemente en el Villamarín o en el Bernabéu, el andaluz volvió a ser uno de los focos de la ira de la afición rival; siendo aún juvenil, es una carga nada fácil de sobrellevar

Cada vez más maduro y cada vez más consolidado como uno de los ídolos de la masa azulgrana, el centrocampista tiene un futuro absolutamente fascinante por delante

¡Es un animal! Gavi se jugó la cabeza (literalmente) para llevarse la victoria en San Mamés

Gavi se dejó la piel en el encuentro ante el Athletic / LALIGA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Una jugada que ha dado la vuelta al mundo del fútbol. Gavi, tendido en el suelo, lanzándose de cabeza para cortar un balón. Y lográndolo. Todo pundonor y corazón. A sus 18 años, el de Villafranca y Los Palacios se ha erigido como uno de los preferidos de la afición azulgrana.

Siendo todavía juvenil, el andaluz encarna el espíritu y el amor propio que Xavi quiere contagiar e inculcar a toda la plantilla como valor de futuro y presente de su proyecto. El Athletic-FC Barcelona fue una muesca más en la historia de la incipiente historia del menudo jugador con el club de su vida.

No solo eso, sino que también fue la constatación del que el chico es uno de los blancos preferidos de las aficiones rivales. Puede que sea demasiada presión sobre sus espaldas, que algún día le afecte y explote por un lado o por otro, pero lo cierto es que Gavi, hasta ahora, está capeando con mucha categoría y madurez todo lo que le está pasando.

No solo ayer en San Mamés, donde se convirtió en 'protagonista' junto a los billetes y el "a segunda, oé" sin comerlo ni beberlo. También recientemente en el Benito Villamarín o en el clásico del Bernabéu.

LEVANTANDO AMPOLLAS Y PASIONES

El hecho de que sea un futbolista que vive los partidos tan al límite, con esa agresividad y esa tensión permanente, levanta ampollas entre el aficionado contrario. De la misma forma que despierta pasiones en la suya propia.

Xavi lo ha comentado más de una ocasión. Gavi no juega acelerado, simplemente es su forma de entender el fútbol. Y que a su edad, enfrentándose a futbolistas que casi le doblan en edad y en masa muscular, jugando con esa personalidad y sin arrugarse, esté rindiendo así solo augura una cosa. Que tiene el futuro a sus pies. Una bendición para el Barça por su arraigo e identificación y con el club. Y al que hay que cuidar.

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