El Gattuso entrenador tampoco conoce la palabra rendición

El cariñoso saludo entre Gattuso, Setién... y Messi

 El entrenador del Nápoles saludó personalmente a gran parte del equipo culé, entre ellos Setién o Messi / Mediapro

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

Los primeros compases de la carrera como técnico de Gennaro Gattuso no hicieron presagiar un futuro especialmente brillante para el que fuera centrocampista del Milan durante trece años, pero el italiano ha demostrado tener la tenacidad y la inteligencia necesarias para superar los obstáculos y llegar a la élite, igual que hizo en su día cuando muy pocos daban un duro por él como jugador de élite.

Sin estar especialmente dotado a nivel técnico, Gattuso logró convertirse en el alma de aquel Milan de Carlo Ancelotti que conquistó dos Ligas de Campeones durante la primera década del siglo XXI. El centrocampista calabrés fue titular en aquellas dos finales en las que el Milan se impuso a la Juventus y al Liverpool y logró reunir un palmarés extraordinario, que incluye un Mundial con la selección italiana (2006) y 468 partidos nada menos con la camiseta ‘rossonera’, una cifra al alcance sólo de los elegidos.

Gattuso dio sus primeros pasos como entrenador mientras apuraba precisamente su carrera futbolística en el Sion suizo, donde durante unos pocos meses ejerció de entrenador-jugador. La fórmula fracasó y fue destituido en mayo de 2013.

experiencia frustrante

Rino, como se le conoce en Italia, no tiró la toalla ni mucho menos y volvió a la carga ese mismo año para sentarse en el banquillo del Palermo, que militaba en la Serie B. La experiencia también resultó frustrante para Gattuso, que apenas se mantuvo cinco partidos antes de vivir su segunda destitución. A los dirigentes del equipo siciliano no les pareció suficiente el desempeño del equipo tras solo cinco partidos.

El técnico del Nápoles tuvo que esperar para tener una nueva oportunidad. Se hizo cargo del OFI Creta griego, pero su estancia allí también resultó algo tempestuosa, ya que incluyó una dimisión.

primer ascenso

En 2015 aterrizó en el Pisa y consiguió su primer éxito como entrenador, al lograr el ascenso a la Serie B. De todas formas, las cosas tampoco fueron idílicas y Gattuso volvió a dimitir, aunque un mes después reconsideró su decisión y volvió a subirse al barco. La siguiente temporada el Pisa acabó descendiendo, pese a que fue el equipo menos goleado.

Su primera gran oportunidad le llegó de rebote. En mayo de 2017 se hizo cargo del filial del Milan y seis meses después la destitución de Vincenzo Montella le abrió de par en par las puertas del primer equipo ‘rossonero’, con el que logró un subcampeonato de Coppa y una sexta plaza en la Serie A. Al final de la siguiente temporada no logró la clasificación para la Champions y presentó su dimisión.

Estaba en el paro cuando le llegó la oportunidad de otro banquillo grande. En diciembre pasado le tocó reemplazar a Carlo Ancelotti, al que considera su padre futbolístico, y acaba de ganar el primer título de su carrera, una Coppa, tras derrotar en la final a la Juventus. Ahora sueña con estar en Lisboa tras dejar en la cuneta al Barcelona. Habrá que tomárselo muy en serio, porque como jugador nunca se rindió y como técnico sigue la misma filosofía.