Ferenc Van der Vlies: "Cruyff fue el primer rockstar en el fútbol"

Ferenc Van der Vlies, en la tienda de la calle del Pi de Barcelona

Ferenc Van der Vlies, en la tienda de la calle del Pi de Barcelona

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hace ya casi tres años que Cruyff nos dejó pero sus ideas siguen construyendo gran parte del relato del Barça y el fútbol holandés. También su marca, que arrancó a finales de los setenta, y sigue vigente. En Barcelona lo hace en la tienda que lleva su nombre. En la calle del Pi. En el número 14, claro. Como no podía ser de otra forma.

Hablamos con Ferenc Van der Vlies, licenciatario de la marca Cruyff en el sector moda. Conversar con él és es acercarse a la mirada que tienen los holandeses de Johan. 

¿Qué aspectos de Cruyff crees que lo convirtieron en un icono de la cultura popular?  

Creo que sobre todo estamos ante un personaje único. Por su filosofía. Por su elegancia en el campo. Y nosotros trabajamos para que todos esos aspectos se vean reflejados en la marca. Es un material exclusivo pero a la vez asequible para todo el mundo.  Creo que es algo único, porque no hay muchos futbolistas con una marca así. Hay algunos que lo han intentado pero en general no han tenido continuidad y han terminado desapareciendo. 

Una de las imágenes que más recuerdan los culés es cuando llegó a Barcelona como jugador; Laporta decía que todo el mundo quería copiarle el peinado y parecerse a él...

Totalmente. Para serte honesto cuando empezamos con  la marca en 2005 nos fijamos muchísimo en el material del Johan del Ajax y del Barcelona. Porque era una imagen revolucionaria, ‘anti-establishment’. Y a la vez desprendía una gran personalidad y podías ver una persona tremendamente estilosa. Esa es sin duda fue una época muy inspiradora para nosotros al comienzo. Aquí siempre decimos que fue el primer ‘rockstar’ del mundo del fútbol [sonríe].

¿Reconoces en la personalidad de  Johan aspectos del talante de los holandeses?

No [sonríe]. Creo que Johan era un tipo distinto, algo irrepetible. Para mí era simplemente de otro mundo.

En el Barça captó rápidamente que el culé tenía una mentalidad fatalista y partiendo de ahí le dio una gran autoestima al club; ¿cuál fue su gran aportación en Holanda?

No era el clásico tipo holandés. Antes de él, el fútbol holandés era muy plano y no pensaba en atacar como ahora, ¿sabes a lo que me refiero? Creo que los holandeses normalmente son gente con los pies en el suelo. Exageradamente realistas. Y creo que Johan cambió esa actitud cuando estaba jugando y cuando estaba entrenando. Vosotros tuvisteis mucha suerte de que estuviera en España. No es difícil ver cómo  ha evolucionado el fútbol ahí, tanto en el Barça como en la selección con la influencia de Johan.  Antes de que llegara al fútbol español se pensaba sobre todo en no perder. Y él cambió eso.  Esa aportación me parece muy valiosa al fútbol en general.  

Una cosa muy interesante era su lenguaje, o en cómo se hacía entender a pesar de hablar bastante mal el español; ¿es verdad que tampoco hablaba bien el holandés?

Es verdad. Johan  mezclaba el lenguaje de la calle con un toque sofisticado. Y eso hacía que a veces te perdieras un poco. Pero a él, al final, no parecía preocuparle demasiado [risas].  Tenía el ‘swag’ de la calle, pero había una gran inteligencia y profundidad en sus ideas. Tenía una manera muy personal  como en todo lo que hacía. ‘Always in his own way’ [siempre a su manera]. Creo que Johan le dio un toque sofisticado al lenguaje de la calle. 

En tu caso llegaste a conocer Johan de cerca; ¿descubriste una cara muy distinta al personaje público?

No mucho, la verdad. Lo bueno es que Johan era un ‘gentleman’ y un ‘nice guy’ [un buen tipo] que no actuaba como una superestrella. Él siempre me decía que las estrellas auténticas son majas con la gente. Y que, si no lo son, es que no son verdaderas estrellas y tienen problemas de actitud.

Hablemos de su hijo Jordi; ¿ves más cosas de Johan o de su madre en su forma de ser?

Creo que esa es una muy buena pregunta. Y te diría que es un mix de los dos. Es un muy buen ejemplo de como los hijos pueden llegar a ser una auténtica mezcla de los padres. También en lo físico. 

¿Qué crees que tiene de su padre?

[Se lo piensa]. Creo que en lo eficiente que es y siendo un verdadero ‘gentleman’.  Comparten el factor humano y la lealtad, que es un aspecto que también apreciaba muchísmo Johan. 

También parece más diplomático...

Sí, quizás un poco más. Pero tiene que ver más con la experiencia vital de cada uno. Johan no necesitaba ser diplomático por eso hacía siempre las cosas siempre a su manera.