Coutinho transforma el tridente en un póker de ases

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Leo Messi pedía a gritos levantar la cabeza y tener alguna opción más de las que le dan, de forma mayoritaria, Iniesta, Alba y Suárez. El ‘10’ jugó un partidazo ante el Girona. Nada nuevo. Sí lo fue, en cambio, multiplicar las posibilidades de pase, algo que provocó Valverde con la entrada de Dembélé y Coutinho. Fue uno de las versiones del Barça más ofensivas de la temporada y, sin restar méritos a la colaboración de Pablo Machín, el resultado no pudo ser más esperanzador, una goleada escandalosa fruto de noventa minutos de gran fútbol.

doble cometido

El fichaje de Philippe Coutinho, que suma ya dos goles con la camiseta blaugrana, abrió un debate en el que se discutía si llegaba para ejercer el rol de Iniesta o si, por el contrario, sería más sutituto de Neymar. La respuesta la da su propio perfil de futbolista: el brasileño es un mediapunta que se siente cómodo combinando en corto, pero que también exhibe una gran verticalidad y una llegada al área vertiginosa. Coutinho, en definitiva, hará de Coutinho, que es lo mismo que decir que mezclará características de su compañero y su compatriota.

Durante el Barça-Girona superó las oposiciones necesarias para convertirse en un nuevo socio de Leo Messi, con el que conectó en corto, pero del que también recibió balones al espacio como el que supuso la asistencia para el 4-1 de Luis Suárez. Más allá del gol, un golazo por su belleza estética, el ex del Liverpool oxigenó el ataque del equipo de Valverde dando al argentino más opciones con las que desparramar su fútbol. Coutinho, precisamente por su perfil ofensivo, devolvió al Barça su tradicional 4-3-3 en el que el brasileño, junto a Suárez y Dembélé ejercían de tridente, mientras Leo Messi se colocaba por detrás de ellos, inicialmente en el centro del campo, pero con libertad total para moverse sin anclajes por donde creyera conveniente. Cuando al ‘10’ le ofreces más vías para explotar su fútbol, el equipo lo agradece

Póker de ases

Entender a lo que juega el Barça no es tarea fácil ni siquiera para un brasileño con el talento de Coutinho. Aún lo es menos si entra en el equipo a media temporada y tiene que adaptarse a una nueva ciudad, por mucho que la conociera antes, y al cambio que supone dejar la Premier. Su aportación crecerá con el paso del tiempo, pero el Girona pudo significar un punto de inflexión y, quizás, el arranque de lo que puede ser el futuro con un dibujo que sustituirá al tridente por un póker de ases.