El compromiso de la vieja guardia

El último partido de Sergio Busquets y Jordi Alba en el Spotify Camp Nou fue el deseado por ambos. Reconocimiento, emoción y victoria. La despedida de los capitanes ante la afición estuvo a la altura de las dos leyendas barcelonistas. Tanto uno como otro integraron el equipo titular y demostraron implicación y compromiso de principio a fin. En el caso de Busquets, con tres disparos, quedó claro que le hubiera despedirse con una diana, aunque el gol (18 en 722 partidos) nunca fue su fuerte. En el caso de Alba, con más suplencias que titularidades, el partido del lateral fue más que notable.

Protagonistas

En su postrera presentación ante la hinchada, Busquets y Alba quisieron ser protagonistas. Y lo fueron. La vieja guardia activó al equipo y fue decisiva durante todo el tiempo que permaneció sobre el césped.

El centrocampista intervino en el primer gol, obra de Ansu Fati, con una profunda asistencia al polaco Lewandowski, que fue quien, finalmente, asistió al delantero. Completó los 85 minutos jugados con tres disparos a puerta (uno lo detuvo el portero y dos fueron blocados por la defensa), firmó una recuperación y 9,4 kilómetros recorridos. Tuvo un acierto del 91% en el pase (96 bien de 105) y tocó el balón en 117 ocasiones.

Alba, que fue el primero en dejar el campo (minuto 81), hizo la última demostración por el carril izquierdo. Firmó varios centros marca de la casa que no pudieron aprovechar sus compañeros por muy poco (en uno de ellos Jules Koundé estrelló un cabezazo en el larguero en el primer minuto del segundo tiempo) y acabó con siete recuperaciones y la sensación de que, vaya donde vaya, seguirá haciendo gala de su profundidad y su exquisito toque con la zurda. Jordi tuvo un acierto del 86% en el pase (75 bien de 87) y tocó el balón en 109 ocasiones, además de ganar los tres duelos que intentó, uno de ellos aéreo. Con Busquets y Alba se van dos símbolos de un Barça que marcó época.