Las claves del Neymar más maduro

Neymar antepone los intereses del equipo a los suyos personales

Neymar antepone los intereses del equipo a los suyos personales / EFE

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Neymar Jr. juega al todo o nada. Su incansable apuesta por el uno contra uno le exige arriesgar y exponerse en tomas de decisiones al límite. Su eclosión definitiva, en su cuarto año en el Camp Nou, responde a aspectos técnicos, tácticos e, innegablemente, a su preparación psicológica, a su indestructible autoconfianza y a su fortaleza mental.

El crack brasileño es un ejemplo de resiliencia, el concepto de moda entre los departamentos de Recursos Humanos de todo el planeta: Ney muestra resistencia frente a la adversidad y capacidad para reconstruirse y adaptarse a todo tipo de contextos negativos. 

A lo largo de la presente temporada, el astro brasileño se ha agrandado ante escenarios de máxima presión, que podrían haberle perfectamente empequeñecido. Ha transformado dificultades en oportunidades de crecimiento personal. En el vestuario, cuenta con el apoyo incondicional de la plantilla y de los dos otros integrantes del tridente.

1 El caso DIS

De todas las batallas judiciales en que el brasileño se ha visto sumergido desde su fichaje por el Barça, una, en especial, ha intentando dañarle en la esfera personal: la querella del grupo DIS, que la Audiencia Nacional aceptó en junio 2015, con el barcelonismo celebrando su segundo triplete y el club comandado por un junta gestora, ya que se estaba en un proceso electoral (¿una casualidad?).

El fondo de inversión compró en 2009, el 40% de los derechos económicos de Ney, pero la relación y la comunicación era inexistente con su principal activo en 2013 cuando el jugador dejó el Santos. DIS apostó por Florentino porque le aseguraba una mayor rentabilidad a su inversión, sin contar con un bonus que recibiría integralmente. Con Ney en Barcelona, el fondo encontró en Madrid un bufete, indicado por alguien muy influyente en el fútbol español, que dio forma a sus ansias de venganza contra Ney y su familia. Paralelamente, los abogados de DIS en Brasil se encargan de enrarecer y calentar el ambiente con filtraciones del proceso y amenazas de encarcelamiento e inhabilitación contra el futbolista que saben que nunca se van a cumplir. 

El grupo ha intentado implicar a la madre del jugador, socia de las empresas familiares, aún sabiendo de su absoluto desconocimiento de los asuntos que hacen referencia a la gestión de los derechos económicos y de imagen de su hijo. Ney ha sabido blindarse en un caso en que DIS, deliberadamente, va a desestabilizar su núcleo familiar.

2 fisco brasileño

Los ingresos en concepto de derechos de imagen de los deportistas profesionales y su consecuente gestión despierta el apetito recaudatorio de los inspectores de Hacienda de todo el planeta, y, entre ellos, el de los brasileños. En un momento en que el gigante sudamericano atraviesa la peor crisis económica de su historia moderna, el fisco federal lanzó sus redes sobre los principales deportistas estrellas del país.

Al tenista Gustavo Kuerten ya le aplicaron una multa millonaria, a pesar de demostrar que su empresa familiar no era ninguna pantalla para gestionar sus derechos de imagen. El precedente no invita al optimismo con Neymar Jr. y su familia, a quien la Hacienda brasileña le reclama unos 55 millones de euros. 

El caso se encuentra en la última instancia administrativa, que debe juzgar el recurso interpuesto por los abogados de la familia de Ney. La familia Da Silva Santos, y los profesionales que la asesoran, no entienden por qué el fisco insiste que el jugador tendría que haber tributado como salario sus ingresos en la base del Santos antes de cumplir 16 años, algo que prohibe de forma tajante la legislación laboral. Si le toca pagar, el golpe será duro para las arcas familiares.

3 El oro olímpico

Hay títulos que suponen un salto de calidad en la carrera de un jugador. Es lo que ocurrió, por ejemplo, en la Euro 2008 con Iniesta o Xavi, y lo que se repitió el último verano con el Oro de Brasil en los JJOO de Río de Janeiro. El desgobierno de la CBF, que no tenía seleccionador olímpico 40 días antes de los Juegos, junto con la negativa de algunos clubs de ceder a sus jugadores esbozaban ya un nuevo fracaso de Brasil, cuando la herida del 7-1 contra Alemania, en las semifinales del Mundial 2014, aún seguía escociendo entre la afición.

Ney aceptó el reto de ganar el único título que Brasil no tenía y que Romario, Ronaldo, Rivaldo o Ronaldinho Gaucho no consiguieron. Bajo una presión asfixiante, el blaugrana comandó la ‘Baby canarinha’ con maestría hacia una medalla que sirvió para que la Seleçao se redimiese de los últimos fracasos. 

El crack blaugrana silenció los críticos y volvió a Barcelona encumbrado y reconciliado con la ‘torcida’. Ney es consciente de lo que representó el oro en su carrera con la Seleçao. Por eso, pocas semanas atrás, cuando la CBF defenestró al técnico Rogério Micale por su fracaso en el Sudamericano Sub20, el blaugrana le envió un cariñoso mensaje de whatsapp, donde le expresaba su apoyo y gratitud. Detalle de tipo maduro.

4 el refugio del tridente

El tridente azulgrana es la antítesis de la hoguera de las vanidades. La clave de su éxito radica en la perfecta armonización profesional y personal de sus integrantes, que se ha potenciado con la autonomía que Luis Enrique, muy diligentemente, le ha concedido en estos últimos meses. 

Leo, Luis y Neymar se complementan y se equilibran. Se refugian en el trío que conforman  para superar los obstáculos que siempre aparecen a lo largo de una temporada. En los meses que Ney pasó por un bache, supo dar un paso al lado, jugar para el equipo y dedicarse a abastecer a la ‘dupla del mate’, que forman Messi y Suárez. Una vez recuperada la frescura mental, Ney ha resurgido y se ha cargado el equipo a sus espaldas, haciendo el rol reservado para Leo en la histórica remontada de Champions contra el PSG. Todo en la MSN funciona por equilibrio natural, sin estridencias, ni malas caras, ni envidias. 

5 Inmune a las provocaciones

“No voy a cambiar mi forma de jugar ni mi forma de ser”. La frase de Ney es de 2010, cuando tenía 18 años y era la estrella emergente del Santos y del fútbol brasileño. El crack está convencido que el dribling es el mejor antídoto ante defensas que lo trituran a faltas y que van a provocarlo desde el minuto 1. 

Al brasileño le resbala el mantra de la caverna y de los medios de comunicación con sede en Madrid que es un provocador nato. El punto de mira está deliberadamente desenfocado y, en lugar de exponer a escarnio público a los violentos, se quiere criminalizar al brasileño. Las campañas y la voluntad de mediatizar la labor arbitral y dar carta blanca a sus defensores no están teniendo el objetivo deseado. 

Ney sabe que el día que se amedrente ante uno de los múltiples adversarios que van a buscarle los tobillos será interpretado como una muestra de debilidad. La confianza en lo que hace es máxima. Sus ganas de humillar al contrario con el balón aumentan proporcionalmente a la violencia en que se emplea su marcador. Esta máxima era aplicada por un mito como Garrincha, del que Neymar, futbolísticamente, es un legítimo heredero.