La Champions League, el último reto de Jonathan Soriano

La Champions League es la asignatura pendiente de Jonathan Soriano, que prepara ya las maletas para regresar a Austria a comenzar la pretemporada que tendrá en la fase previa del torneo su gran objetivo.

El delantero catalán, que conquistó por tercera temporada consecutiva el título de Liga sumando a ello el premio de máximo goleador, mostró su confianza en "conseguir el objetivo" después del cambio que, aseguró, se ha vivido en el seno del equipo.

"Tuvimos una temporada extraña. Nos eliminó otra vez el Malmoe en la previa de Champions y luego el Minsk en la Europa League. Fue una primera mitad muy irregular" recordó Soriano, destacando que "siendo los campeones, en diciembre no éramos favoritos a nada".

La situación cambió tras la pausa navideña. "Con la llegada de Òscar todo mejoró, volvimos a sentirnos bien y acabamos logrando el doblete con la Liga y la Copa" destacó el delantero catalán, que por tercera campaña se proclamó máximo goleador de la Liga y fue considerado segundo mejor jugador del torneo.

Soriano, con 159 goles marcados en los 172 partidos jugados en las cinco temporadas y media que lleva en el Red Bull se ha convertido ya en el máximo realizador histórico extranjero, convirtiéndose además en la máxima figura de un club que ni se plantea su salida.

"Ofertas tengo, como el año pasado y como hace dos, pero el Red Bull nunca ha querido negociar mi traspaso" admitió el goleador, quien en diciembre de 2014 estuvo a un paso de fichar por el Queens Park Rangers y en el verano de 2015 interesó al Bayer Leverkusen, además de ser relacionado de manera insistente con el FC Barcelona.

En noviembre de 2015 Jonathan no dudó en admitir que aceptaría el reto de ser el cuarto delantero del club azulgrana por detrás de la MSN, pero el Red Bull se cerró en banda y su traspaso volvió a quedar en nada.

Ante ello su futuro lo sigue planteando en Salzburgo, donde, aseguró, su familia está "estupendamente" y en el aspecto deportivo se mostró ambicioso y optimista a las órdenes de un entrenador, Òscar García, que ha significado una "gran mejora" para el equipo y que siempre puso su continuidad como condición indispensable.