Un Camp Nou vacío: el precedente del Barça - Las Palmas

El Barça - Las Palmas del 1 de octubre de 2017 se jugó en un ambiente desangelado

El Barça - Las Palmas del 1 de octubre de 2017 se jugó en un ambiente desangelado / MARC CASANOVAS

German Bona

German Bona

La sombra de un Camp Nou desangelado y vacío vuelve a acechar casi dos años y medio después del último precedente. El 1 de octubre de 2017, el Barça-Las Palmas se jugó sin público y el resultado, un 3-0 favorable a los azulgranas, fue lo de menos. Las circunstancias ahora son muy distintas, aquella decisión se tomó por una situación de excepcionalidad política y social, y ahora se trata de una alerta sanitaria generalizada, pero el desencadenante puede ser el mismo, un gigantesco estadio con capacidad para 99.354 espectadores sin alma por faltar lo más importante del fútbol: la afición.

Fue la junta directiva del FCBarcelona, encabezada por Josep Maria Bartomeu, la que decidió después de horas muy tensas que el partido entre los azulgranas y la UD Las Palmas de la séptima jornada de Liga se iba a jugar, pero a puerta cerrada.  Los incidentes, que dieron la vuelta al mundo, desaconsejaron la celebración del partido y en el club se barajó la suspensión. La Liga no dio permiso y no jugar hubiera supuesto perder seis puntos. También fue consultado el vestuario y a Bartomeu le tocó tomar una decisión difícil. El presidente explicó a ‘Barça TV’ que “el club siempre ha defendido la libertad de expresión, la democracia y el derecho a decidir. Queremos dar nuestro apoyo a aquellos que están sufriendo. Hemos intentado suspender el partido, pero por razones excepcionales no ha podido ser. Nos hemos reunido todas las partes, también los jugadores, y hemos decidido jugar a puerta cerrada. El Camp Nou vacío es un mensaje al mundo entero”.

La decisión, no obstante, creó un cisma interno y dimitieron el vicepresidente institucional Carles Vilarrubí y el vocal Jordi Monés, partidarios de la suspensión.

Así fue el partido

Los azulgranas jugaron su partido más difícil, aunque lo sacaron adelante. Costó adaptarse y los goles no llegaron hasta la segunda mitad. Sergio Busquets (48’) y Leo Messi, en los minutos 70 y 76’ certificaron la triste victoria. 

El último gran impacto de la jornada se vivió tras el encuentro y llegó en la zona mixta. Gerard Piqué habló muy afectado: “Soy y me siento catalán. Hoy más que nunca, me siento orgulloso de la gente de Catalunya porque creo que se ha comportado maravillosamente. Llevamos aquí seis o siete años en los que la gente se manifiesta sin ningún tipo de violencia. Solo queremos votar. Los actos de hoy los ha visto todo el mundo”. Se fue a casa con los ojos llorosos.