El Betis y la Liga del teletexto

El gol de Rafael Sóbis fue un mazazo para el Barça 2006-2007. A falta de cuatro jornadas para el final cedió el liderato al Real Madrid y ya no lo recuperaría...

El gol de Rafael Sóbis fue un mazazo para el Barça 2006-2007. A falta de cuatro jornadas para el final cedió el liderato al Real Madrid y ya no lo recuperaría... / IGNASI PAREDES

David Salinas

David Salinas

En la memoria de la afición todavía escuece el último resultado positivo que sacó el Betis del Camp Nou (1-1). Fue en la 34ª jornada de la temporada 2006-07. Un gol del brasileño Rafael Sóbis en el minuto 89 dejó al FC Barcelona sin liderato a falta de cuatro jornadas para que la Liga bajara el telón y en manos del Real Madrid, que asaltó la punta de la tabla por tener un mejor “goal average”. Fue un mazazo. La antesala de lo que se avecinaba: decir adiós a una Liga que estaba en el bolsillo. La famosa Liga “del teletexto”.

Desde entonces, y ya van ocho años, el Barça está pasando factura al Betis por aquella “puñalada”. En cada visita le cobra los tres puntos y lo despacha con goles (29 en ocho partidos, a una media de 3,6 por encuentro). A día de hoy el equipo azulgrana podría contabilizar una Liga más en su palmarés (26) caso de no haber dejado escapar el título de manera tan cruel para la afición.

Reacción y caída

El equipo de Rijkaard se conjuró para presentar batalla al líder y su reacción fue colosal: 0-6 al Atlético de Madrid con doblete de Messi y goles de las primeras espadas como Ronaldinho y Eto’o. Zambrotta e Iniesta se sumaron al festival goleador. Pero el regreso al Camp Nou fue un infierno.

El Barça salvó el primer “match ball” contra el Getafe por la mínima (1-0) y perdió a Ronaldinho por expulsión. En el segundo llegó la puntilla. El Espanyol, como hiciera el Betis en en la recta final del partido, niveló la contienda (2-2) en el último suspiro. En esta ocasión el “verdugo” azulgrana fue Tamudo, que con su segundo gol, el del “Tamudazo”, superó el récord de Marañón en Liga, 111 goles, para dejarlo en 112. El equipo blanquiazul, dirigido por Ernesto Valverde, dejó al Barça tocado y hundido.

La victoria hubiera devuelto al equipo de Rijkaard a lo más alto de la clasificación al tropezar el Real Madrid en La Romareda (2-2). Pese quedar un partido, la Liga quedó vista para sentencia.

El Barça jugó ese fatídico día contra el Betis, domingo 13 de mayo de 2007, con Valdés; Zambrotta (Belletti, min. 46), Thuram, Puyol, Van Bronckhorst; Iniesta, Xavi, Deco; Messi (Saviola, min. 74), Eto’o y Ronaldinho (Edmílson, min. 66). Fue una pesadilla.

El Barça, por mediación de Ronaldinho, de penalti, se adelantó en el minuto 5 y, a partir de ahí, el equipo fue perdiendo fuelle y atención hasta quedar contra las cuerdas y ser rematado por el brasileño Sóbis, que se aprovechó del desplome físico de un Barça anestesiado. El “goal average” (2-0 en el Bernabéu y 3-3 en el Camp Nou) dejó al Barça segundo y, a partir de ahí, se vivió una agonía hasta el último partido, en el que el milagro era eso, un milagro… El Barça se impuso al Nàstic en Tarragona (3-5), pero el Real Madrid no falló ante el Mallorca en su campo y acabó cantando el anhleado alirón.

Dolor

La afición recibió de uñas al equipo, que venía de firmar un ridículo histórico en la Copa del Rey después de perder 4-0 en Getafe y dilapidar la ventaja obtenida en la ida (5-2, con una obra de arte de Leo Messi, su famoso gol “maradoniano”). Y fue despedido de igual forma, con pitos y pañolada. Rijkaard no pudo ser más gráfico en la rueda de prensa porterior al partido: “Un empate así es para darse golpes en la cabeza”. Agregó que “nos ha faltado la fuerza necesaria para poder marcar la diferencia” y “hemos bajado la concentración y un detalle importante supuso el empate”.

El presidente Joan Laporta (“si ganamos los partidos que quedan, campeones”) y el capitán Carles Puyol (“el Madrid no ganará cuatro partidos” –acertó–) insuflaron ánimos al barcelonismo tras la profunda decepción, pero no pudo ser…  También Deco se apuntó al optimismo: “La Liga no está perdida. Se puede hablar de crisis, pero hay que dar la cara y sacar el orgullo. No existe una diferencia amplia de puntos y aún todo es posible”.

Si se esperaba otro alirón como los de Tenerife o Riazor, en la última jornada, “a lo Dream Team”, nada más lejos que la realidad.

Como aseguraría días más tarde Txiki Begiristain, el secretario técnico por aquel entonces, “vivíamos del teletexto. Íbamos primeros en la Liga, clasificados en la Champions, superando rondas en la Copa… La temporada iba pasando y manteníamos intactas las opciones y ese ha sido el principal problema. Cuando quisimos reaccionar, fue tarde. Ver que íbamos los primeros ha creado un estado de relajación que no ha sido el adecuado para poder competir”.

El Barça siguió manteniendo la confianza en el equipo y el cuerpo técnico, que un año atrás habían firmado un doblete histórico (Liga y Champions), pero se repitieron los errores. Así, en 2008, acabó la etapa de Rijkaard Ronaldinho en el Barça. Y empezó la de Pep, que dio galones a Messi para que el Barça renaciera de sus cenizas.