FC BARCELONA

Bartra, la historia de un desencanto

Marc Bartra soñó con triunfar en el Barça e hizo todo por lograrlo, pero el destino, tras cuatro temporadas en el primer equipo, le ha llevado a Alemania

Marc Bartra seguirá su carrera lejos del Barcelona

Marc Bartra seguirá su carrera lejos del Barcelona / JM Arolas, I Paredes, J Ferrándiz, V Enrich, J Monfort, M Casanovas.

IVAN SAN ANTONIO

Han sido cuatro temporadas completas en el primer equipo, desde la 2012-2013 hasta la 2015-2016, aunque su debut se produjo mucho antes, el 14 de febrero de 2010, en un Atlético-Barça. Entonces se intuía un canterano con carácter suficiente y talento de sobras para triunfar, en el futuro, en el primer equipo. Solo se intuía porque los hechos contradicen la carrera prevista. Y no precisamente porque el de Sant Jaume dels Domenys no haya hecho todo lo posible para lograr su objetivo.

"Lo mejor que tiene es su mentalidad", dijo de él Tata Martino, el entrenador que más ha hecho jugar a Marc, quizá porque llegaba limpio de prejuicios y le gustó lo que veía. La temporada 2013-2014 Bartra jugó 30 partidos divididos entre Liga (20), Champions (4) y Copa (6), con un total de 2.304 minutos. Antes, Tito Vilanova no acabó de confiar en el central, al que hizo jugar 16 encuentros, casi la mitad, pero con muchos menos minutos (907). La de Vilanova fue la primera campaña en la que Marc tuvo ficha de la primera plantilla.

Con la llegada de Luis Enrique, técnico al que conocía de su etapa en el Barça B, el protagonismo del central bajó en picado, pese a que sus números en la primera campaña en el banquillo del asturiano no fueron malos (25 partidos y 1.937 minutos). Sin embargo, no tuvo la continuidad necesaria para sentirse importante, algo que ha podido comprobar en su última temporada de blaugrana. 

Luis Enrique dijo de él que "Bartra es digno de elogio, no tiró la toalla y se merece jugar" antes del Deportivo-Barça de mediados de abril. Pero fueron solo palabras porque, a la que tuvo a todos su centrales en disposición de jugar, quien volvió a sentarse en la grada viendo cómo sus compañeros competían fue Marc. Harto de esperar, cansado de escuchar buenas palabras que nunca se acompañaron de hechos, Bartra ha decidido desviarse del camino que dibujó hace catorce años, cuando, con once, empezó a formar parte del fútbol base blaugrana.