Este ya es el Barça de Xavi

Hacía tiempo que el Barça necesitaba argumentos para creer, un impulso, una victoria grande en un partido enorme. Hacía meses que el equipo necesitaba un golpe en la mesa como el de ayer en San Paolo. Un precedente para superar heridas europeas y recuperar la confianza. La que te permite sobrevivir en la adversidad y tener el respeto de los rivales. 

En ese camino anda el Barça, que está recuperando el orgullo a partir del juego. Ante el Nápoles logró el billete a octavos de la Europa League, pero pareció un equipo de Champions. El conjunto de Xavi es cada vez más reconocible, inmerso como está, en un proceso de reconstrucción. Un proceso de mejora, una línea ascendente, un punto de partida para volver a ser el Barça y recuperar la alegría del juego.

La mejora general está haciendo brillar a las individualidades. La mejora de los centrocampistas parece un guiño a Xavi, un experto en la materia. Ante el Nápoles brillaron Pedri, De Jong y Busquets, hilo conductor de un Barça capaz de imponer diferentes marchas.

Demoledor al contragolpe en los primeros minutos. Autoritario con el balón el resto del partido. El Barça está cambiando por la cabezonería de Xavi. El equipo crece en cada partido y lo hace con la convicción del que cree en una idea. 

Lo dijo tras las primeras semanas: el equipo había ido perdiendo su identidad, había que persistir en recuperarla. En San Paolo, en el jardín de Maradona, el Barça volvió a sentirse poderoso.

Lo logró con una convicción perdida, una presión asombrosa y recursos que ha ido incorporando como Adama, Aubameyang y Ferran Torres. Los tres le están dando al equipo el veneno que necesitaba. Los tres han llegado con hábitos de la Premier y mucha hambre. 

Fichajes de impacto

El equipo está encontrando un mundo de posibilidades en los movimientos sin balón de ‘Auba’ y Ferran Torres. También desequilibrio en la explosividad devastadora de Adama, un tren en marcha cada vez que encara.

‘Auba’ volvió a marcar con un remate descomunal, de precisión quirúrgica tras una jugada de laboratorio. Maduró la jugada el Barça, cambió el ritmo en el último tercio y tras, un gesto formidable de De Jong, remató Aubameyang de primeras, sin fisuras, imposible para el portero.  

El Barça se lo pasó en grande en territorio hostil. Fue el más autoritario de la temporada, también el más redondo, y sin duda el más brillante de la era post-Messi. Solo Ter Stegen mostró alguna duda en un equipo donde también brilló Dest, un jugador que, en un contexto adecuado, puede marcar diferencias en este Barça. 

Otro que volvió a jugar un partido espectacular fue Araujo. El uruguayo ya es uno de los mejores centrales del mundo en el oficio de defender. Pero si alguien firmó un partido emocionante ante el Nápoles fue De Jong.

El holandés jugó uno de esos partidos que lo convirtió en el mejor proyecto de centrocampista de Europa. A una actuación llena de lujos le añadió un gol de bandera desde fuera del área. El Nápoles maquilló el resultado (2-4) a última hora con la complicidad de un Barça que perdió la concentración en los últimos minutos.

El gol recordó que este sigue siendo un equipo frágil, pero la fotografía cada vez es mejor. Algo está cambiando. Desde hace semanas no hay partido en el que el Barça no crezca un poco.