Barça, Shakhtar Donetsk, refugiados, desplazados y Montjuïc

El Barça ha inaugurado una exposición en el Estadi Olímpico con motivo de la visita de los ucranianos

'Barça, més que un club; Montjuïc, un estadio refugio' es el nombre de una muestra histórica y necesaria

Gündogan, en la inauguración de la exposición del Barça: "Un estadi refugi"

Gündogan, en la inauguración de la exposición del Barça: "Un estadi refugi" / Valentí Enrich/Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Estadi Olímpic de Montjuïc se ha convertido en una especie de refugio temporal para el Barça, obligado a abandonar su hogar, el Camp Nou, durante el tiempo en el que se construirá el nuevo estadio. Mientras las máquinas siguen trabajando en Les Corts, en la montaña mágica pasan cosas que van más allá del fútbol. Aitor Lagunas, editor de la revista 'Panenka', tuvo la idea de, aprovechando la visita del Shakhtar Donetsk con motivo de la Champions, convertir Montjuïc en un altavoz para los más de cien millones de refugiados (108,4) que hoy malviven en el planeta tierra.

El Barça le compró la idea y, en parte, se la hizo suya, consciente de que el 'més que un club' no es solo un lema que queda bonito, sino una forma de ser identitaria que va más allá, hoy en día, del catalanismo. De hecho, lo dijo Rafa Yuste durante las palabras que dedicó al nutrido grupo de personas que acudieron a la inauguración de la exposición 'Barça, més que un club; Montjuïc, un estadi refugi': "En el año 2005, 2006, iniciamos un trayecto, con el presidente Laporta, de la mano de Unicef. Fue un proyecto que llevó mucha alegría a millones de niños y niñas". El vicepresidente deportivo habló ante un grupo de personas entre los que se encontraba Ilkay Gündogan, que tomó buena nota del significado del 'més que un club'.

Aitor Lagunas, ideólogo de la exposición en Montjuïc

Aitor Lagunas, ideólogo de la exposición en Montjuïc / VALENTÍ ENRICH

De hecho, el turco-alemán, cuya presencia no estaba prevista, no dudó en aceptar la invitación que le llegó desde el Barça, pero también desde ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, con la que el futbolista colabora como embajador. Gündogan prefirió mantenerse en un segundo plano ante la charla que ofreció Aitor Lagunas para ilustrar con palabras los murales instalados más allá de las paresde del acceso número uno del estadio con los que la exposición tomaba sentido.

Rafa Yuste, durante su exposición en Montjuïc

Rafa Yuste, durante su exposición en Montjuïc / VALENTÍ ENRICH

Y es que, entre el otoño de 1936 y la primavera de 1937, en plena Guerra Civil española, el Lluís Companys de Montjuïc llegó a acoger a más de 21.000 personas desplazadas procedentes de diferentes partes de la península ibérica, sobre todo del estado español. La fotógrafa de origen polaco, Margaret Michaelis, es una de las grandes responsables de que todo lo que se vivió durante ese periodo de tiempo pueda ser hoy recuperado gracias a las imágenes captadas. Fueron miles de familias (padres, madres, niños y jóvenes) las que pasaron por este recinto deportivo.

Gündoga, junto a su pareja y Rafa Yuste en Montjuïc

Gündogan, junto a su pareja y Rafa Yuste en Montjuïc / VALENTÍ ENRICH

Exilio blaugrana durante la Guerra Civil

Este miércoles, con motivo del Barça-Shakhtar de la tercera jornada de la Champions, el encuentro toma más sentido que nunca porque la invasión rusa en territorio ucraniano ha multiplicado las demandas de asilo y generado muchísimos desplazados, algo que la exposición también tiene en cuenta. De hecho, los murales recuerdan cuando el Barça tuvo que exiliarse en 1937 y realizó la gira americana y para huir de los bombardeos, algo que ocurre también ahora con el conjunto que dirige Darijo Srna, que disputa sus partidos como local en Hamburgo. En ese sentido, el estadio Arena Lviv, en la ciudad ucraniana de Leópolis, acoge hoy en día a muchos de los desplazados del país.

La exposición, que estará presente en el Lluís Companys varias semanas, tiene intención de recorrer parte del territorio catalán y hacerse itinerante.