Una Liga casi perfecta

La plantilla ha demostrado tener hambre de títulos y se ha dejado la piel en cada entrenamiento y partido para hacerlo realidad

Xavi ha logrado que su equipo presione más y mejor, que juegue rápido y que sepa replegarse para no ser vulnerables

Barça - Real Madrid de la Copa del Rey: Horario y dónde ver el clásico por TV

El Barça ha demostrado esta temporada tener fondo de armario, notándose muy poco las bajas durante la temporada liguera

Toni Frieros

Toni Frieros

La Liga ganada por el FC Barcelona con una solvencia incontestable tuvo un punto de inflexión la noche que perdió 3-1 en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. Hubo un antes y un después de aquella derrota en la novena jornada de Liga. El equipo madridista se puso líder con tres puntos de ventaja sobre un Barça que, lejos de rendirse, empezó entonces a poner rumbo al título.

1.Entrenar más... y entrenar mejor

Ningún equipo puede jugar bien y obtener buenos resultados en el terreno de juego si previamente no ha trabajado todos esos automatismos en los entrenamientos. Y ahí ha radicado una de las claves de este Barça campeón. Xavi ha impuesto la cultura del esfuerzo, el trabajo diario y la intensidad también en todos y cada uno de los ejercicios. Solo entrenando más y mejor se puede rendir, valga la redundancia, más y mejor en los partidos. Siempre ha creído el entrenador azulgrana que se juega como se entrena.

2.La pizarra también tiene su importancia

Aunque los jugadores odian las ‘sesiones tácticas’, la tradicional pizarra, Xavi y su staff han hecho especial hincapié a sus jugadores a lo largo de toda la temporada en el trabajo previo y en la estrategia. La claridad con la que el entrenador ha explicado en la pizarra y en los entrenamientos la posición en el terreno de juego y todas las variantes de su sistema de juego han acabado convenciendo a unos futbolistas que, aunque no siempre, han entendido lo que quiere de todos ellos su entrenador.

3.Presión alta y repliegue rápido

Si ha habido dos señas de identidad en el Barça de Xavi han sido la presión alta desde la primera línea, siempre en el campo del rival, y el rápido repliegue de hombres tras la pérdida de una pelota. Los mayores ‘enfados’ de Xavi esta temporada con sus pupilos han sido precisamente cuando no han sabido hacer bien esas transiciones y han dejado a la defensa vendida y, por consiguiente, al equipo vulnerable. La solidez defensiva del Barça, y esa asombrosa cantidad de porterías a cero son el resultado de haber sabido aplicar sobre el terreno de juego lo que se les ha exigido en los entrenamientos y en la pizarra.  No dejar pensar al contrario y quitarle la pelota en su zona de influencia han permitido que el equipo haya exhibido esta colosal solidez defensiva.

4. Abrir el campo... para jugar por dentro

Ya fuera con el 4-3-3 o el 4-4-2, este año hemos visto al Barça jugar muy abierto en ataque. Otra apuesta irrenunciable de Xavi. Por varios motivos. El primero, para que los extremos o los laterales profundos puedan desequilibrar en el uno contra uno o bien hacer centros de calidad. También tiene otra intención esa ‘obsesión’ por fijar tan abiertos a los extremos: crear espacios por dentro para tener superioridad y dominar con la pelota al rival. En este apartado no siempre ha sido fácil salirse con la suya porque los rivales, que también estudian hasta el mínimo detalle al Barça, saben que Xavi busca ese dominio, de ahí que hagan un dos contra uno al extremo o pueblen la zona de creación con muchos hombres, a veces con líneas de hasta cinco o seis defensas. 

5. Hambre de ganar, hambre de títulos

La ambición es muy importante cuando un equipo persigue un propósito. Una de las grandes virtudes del Barça de esta temporada ha sido precisamente esa, las ganas de ser campeones. Después de las dolorosas derrotas en Champions League y Europa League, el equipo se conjuró para no fallar en la Liga, de la misma forma que no lo hizo en la Supercopa de España. Lástima, eso sí, de ese 0-4 en Copa del Rey ante el Real Madrid que emborronó un poco el gran final de temporada del equipo. La sed de títulos y la ambición han estado presentes en la plantilla desde aquella derrota liguera en el Bernabéu. Esa conjura se extendió por todo el vestuario y lejos de bajar la guardia y de entrar en la autocomplacencia por la gran diferencia de puntos que se abrían con el Real Madrid como consecuencia de sus batacazos, el equipo fue a lo suyo y supo estar a la altura en los partidos que eran más decisivos, como el 1-0 ante el Atlético de Madrid o el 2-1 contra el Real Madrid, ambos en el Spotify Camp Nou.

6. Más fondo de armario que nunca

Cuando las lesiones han respetado a la plantilla azulgrana y todos los jugadores han estado disponibles, la lista de convocados de Xavi puede decirse que ha sido de un nivel difícil de igualar por parte de cualquier equipo europeo de postín. Tener en el banquillo de los suplentes, en algunos partidos, a jugadores como Koundé, Eric García, Jordi Alba, Balde, Kessié, Dembélé, Ferran Torres o el propio Raphinha o Christensen, ha sido toda una garantía. La versatilidad de algunos jugadores, como Araujo, Koundé o Marcos Alonso, que pueden jugar tanto de central como de lateral, también ha hecho la vida más fácil a Xavi cuando ha perdido alguno de los llamados ‘fijos’.

En Liga, ni siquiera las largas lesiones de Pedri o Dembélé, o la ausencia de Lewandowski por sanción, han hecho peligrar el título de Liga. Esa ha sido una gran señal porque al final, el éxito liguero del Barça no ha dependido de estado de forma un un jugador u otro, ni siquiera de la puntería de Lewandowski. Ha sido, sin duda, el éxito del colectivo, porque todos, en sus respectivas posiciones, han dado lo mejor de sí mismos. Como se suele decir ahora, un triunfo “coral”.