El Barça, atento a Mika Mármol

Este próximo sábado visita el Olimpic Lluís Companys la UD Las Palmas de Francesc Xavier García Pimienta. Y en un equipo repleto de jugadores y técnicos con pasado azulgrana, destaca la presencia de Mika Mármol, uno de los mejores centrales del campeonato en su estreno en la máxima categoría, que llegó a pisar con la camiseta del Barça cuando Xavi le hizo debutar en el primer equipo en la penúltima jornada de la Liga 2021-22 contra el Getafe.

El nuevo cargo que tendrá Xavi en el Barça

Tras haber rendido a un gran nivel en el filial, aquel verano quedó claro que la Primera RFEF se le había quedado pequeña y emprendió una nueva aventura en el fútbol profesional enrolándose en la plantilla del Andorra. A las órdenes de Eder Sarabia, el defensa de Terrassa explotó. Seguro en defensa y con una gran salida de balón, zurdo y bueno en el juego aéreo, se le abrieron las puertas de Primera.

A Andorra había llegado gratis, pero quedándose el Barça el 50% de sus derechos. García Pimienta, que conocía bien a Mika Mármol de su paso por el filial azulgrana, había reclamado ya su contratación un año antes, medio año después de su llegada a Las Palmas, y fue tras lograr el ascenso cuando convenció al presidente del club canario para que hiciese una apuesta por el central catalán. Pagó 1,9 millones de euros y el Barça siguió manteniendo el 50% de los derechos del jugador, que firmó por los canarios por tres temporadas.

Esta temporada está siendo uno de los mejores futbolistas de una UD Las Palmas que tiene la permanencia asegurada, ocupa una posición muy cómoda en la tabla e incluso se ha permitido mirar a Europa. Su buen rendimiento, con 27 partidos jugados y casi la totalidad de los minutos disputados para ser el líder de la zaga canaria, ha despertado el interés de otros clubes, estando el Girona muy interesado en hacerse con sus servicios el próximo verano.

Mika Mármol es un jugador del agrado tanto de Quique Cárcel, director deportivo del club catalán, como de Míchel, su entrenador. Ambos consideran que es un defensa que casa con el estilo de juego del Girona y están dispuestos a hacer un esfuerzo por él, más teniendo en cuenta que los de Montilivi tienen muchas opciones de jugar la Champions el curso que viene.

El central tiene una cláusula de rescisión de 10 millones de euros, la mitad de los cuales irían a parar al Barça, que está muy atento a cualquier movimiento, sabedor del interés del Girona y de que el jugador no tiene cabida en la plantilla azulgrana, que cuenta con 'overbooking' de centrales.