Un baño de ilusión para el barcelonismo

El aficionado azulgrana llegó al Camp Nou esperanzado y se fue con la mejor de sus sonrisas

Pedri, Lewandowski, Dembélé, Raphinha... todos están subidos al barco de Xavi

Goleada para soñar en una temporada de éxitos

Goleada para soñar en una temporada de éxitos / Valentí Enrich

German Bona

German Bona

No hay nada más sano que ilusionarse, acudir esperanzado al Camp Nou a ver a tu equipo y salir del estadio con la mejor de las sonrisas. Hay ganas de fiesta en el barcelonismo. Y lo mejor de todo, de estar plenamente convencidos: este año sí, se celebrarán títulos.

Porque está Barça ilusiona y está enganchadísimo con su gente. Hacía tiempo que el trofeo Joan Gamper no generaba tantas expectativas. Entrada por todo lo alto, casi lleno, ovación generalizada a los jugadores y a Xavi Hernández en la presentación y goleada a Pumas para que las expectativas sigan subiendo como la espuma. 

Un 6-0 siempre da gusto de ver en lo alto del marcador, pese a la endeblez del rival, pero lo que de verdad permite soñar es la ambición de los jugadores, las ganas que tienen de hacer historia y las ideas claras de un míster que sabe muy bien lo que quiere y, ahora sí, cuenta con los mimbres adecuados.  

Conexión mágica

Nada más empezar, el equipo regaló a sus aficionados una sociedad que promete ser ilimitada. Si Lewandowski y Pedri se entienden siempre como ayer ante Pumas, esto no habrá quien lo pare. El polaco reservó su primer gol para el Camp Nou, dos toques con la izquierda y la diestra para enviar directo a la red prácticamente sin ángulo. Pero es que además se gustó en dos asistencias de lujo al tinerfeño para agradecerle la que le había servido en el primero.

El ‘Mosquito’ Dembélé y el modo ‘on fire’ enchufado ya permanentemente, Aubameyang y su eterno idilio con el gol. Se sumaron también a la fiesta, incluso un orgulloso Frenkie de Jong para rubricar la goleada. No marcó Raphinha, pero sí dejó el brasileño su sello en uno de los postes del Camp Nou. Los nuevos, los veteranos, los jóvenes... están subidos al barco de Xavi, saben que esto promete y no se quieren bajar.

Y ahora viene lo bueno

Lo bueno, lo realmente importante, arranca de aquí a seis días con la visita del Rayo Vallecano al coliseo barcelonista. Seguro que presentarán los de Iraola más batalla que los mexicanos, ya se llevaron los tres puntos la temporada pasada. Pero este Barça es otro. Es increíble lo que ha cambiado el decorado en apenas unos meses. Del drama del que parecía imposible escapar se ha dado paso a uno de aquellos musicales donde todos cantan y bailan felices. Y no, no es ciencia ficción. El Barça más ilusionante ya es una realidad.