FC BARCELONA

Así renovará el Barcelona a Messi

El FC Barcelona tiene un plan definido y trabaja en la continuidad del crack azulgrana, Leo Messi, que termina contrato en 2018. El club quiere sentarse a negociar con Messi y que se den todas las condiciones para que el argentino sea feliz

La renovación de Messi requiere un plan especial

La renovación de Messi requiere un plan especial / sport

Albert Masnou

La renovación de Leo Messi es una de las grandes carpetas que tiene el FC Barcelona de la mesa. Con contrato hasta el 30 de junio 2018, el argentino se acerca a ese espacio de tiempo peligroso para todo club porque al inicio de la próxima temporada entrará en su último año de contrato con la opción de negociar con quien quiera en enero y en una situación muy ventajosa para él por tener la carta de libertad al final de la misma.

La continuidad de Messi podría correr peligro y el Barcelona se ha puesto manos a la obra desde hace tiempo para crear un clima adecuado para que no tenga dudas de continuar en el Camp Nou hasta el final de su carrera. Con 29 años, Messi acabará su actual contrato con el Barcelona con 31. El club sabe que el gran reto para esta temporada a nivel de despachos es atar al crack argentino. La voluntad del Barcelona sería seguir el mismo proceso diseñado para Andrés Iniesta: “One man, one club”.

El club quiere ligar al internacional español hasta el resto de sus días en activo y que sea él mismo quien decida hasta cuando quiere seguir jugando. La voluntad con Messi es parecida. Que sea culé desde los 13 años hasta su retirada. Así pues, vincular toda la carrera del mejor jugador de la historia con el Barcelona es una campaña de impagable para la imagen del Barça. Un éxito rotundo.

Sin embargo, la personalidad y la escala de valores de Messi es diferente a la de Iniesta. Y es ahí donde el club se ha planteado cuáles son los aspectos que pueden hacer que Messi no tenga dudas para prorrogar su contrato. ¿Qué valores son los que más motivan al argentino? La respuesta encontrada es la siguiente: Títulos y un entorno personal donde se sienta cómodo.

Y con esta idea el club puso en marcha las renovaciones de otros jugadores. Con el reto de tener un equipo competitivo sin perder su ADN, ha abordado las negociaciones con Neymar (2021), Mascherano (2019) y Busquets (2021). Tres piezas claves que constituyen el futuro del equipo. Y está en proceso otras tres igualmente significativas: Suárez, Ter Stegen y Rakitic. Seis jugadores que fueron titulares, por ejemplo, en la final de la Liga de Campeones de Berlin 2015.

Un Barça con futuro

El Barça, además, redondea esta idea de fortalecer el equipo con la contratación de otros jugadores de futuro, tal y como ha ocurrido este verano. El Barça ha tirado la casa por la ventana: 122 millones de euros, por 166 la temporada 2014/15 que es el record, con cinco jugadores de 23 años (Digne, Umtiti, Denis, Alcácer y André Gomes) y uno más mayor (Cillessen). El reto es darle a Messi un equipo de futuro y de presente para que no tenga dudas de que el Barça podrá aspirar a ganar títulos.

Otro de los retos que se ha planteado la entidad es llegar a los 1.000 millones de euros en ingresos para hacer frente a estas renovaciones tan costosas. El Barça debe ser competitivo a nivel de salarios para evitar fugas y hay que estar preparado para hacer frente a las renovaciones de jugadores como Neymar, Suárez o el propio Messi.  Con esta idea, se trabaja para sumar la cifra en ingresos.

Un entorno ideal

El segundo aspecto que el Barcelona tiene muy presente es la de encontrar un hábitat cómodo para Messi, que esté a gusto en el club y en la ciudad. En este sentido, un detalle que deja tranquilos a los dirigentes azulgranas son sus últimas vacaciones. Tras la Copa América tenía un mes de vacaciones. Estuvo una semana en Bahamas con la familia, se fue otra a Ibiza con su mujer y sus hijos y en la tercera ya estaba en Barcelona. Al inicio de la cuarta, antes de tiempo, ya estaba entrenando con el equipo. “Una persona que no está a gusto no vuelve antes a su trabajo”, argumentan. El club también tiene la certeza que Messi es feliz en Barcelona, ciudad en la que puede vivir tranquilo, y en el vestuario, donde se respeta su jerarquía y tiene feeling.

Así pues, las recientes palabras de Bartomeu (“En dos meses hablaremos con Messi para su renovación”, dijo en Manchester) no dejan de ser una consecuencia de todo un proceso a conciencia con la idea de que cuando se sienten en una mesa para negociar no se encontrarán sorpresas desagradables.

La principal queja, y amenaza, de Messi es su situación con hacienda, cuyo encarnizamiento le ha ocasionado bastante frustración y dolores de cabeza. Leo entiende que está siendo un cabeza de turco y paga las consecuencias de haberse convertido en icono del Barcelona y de Catalunya. Es algo, sin embargo, contra lo que el Barcelona se ve impotente de luchar.

El momento de la verdad debería producirse a partir de enero, cuando Suárez, Ter Stegen y Rakitic hayan renovado. Cuando el Barça se sientan a negociar sabrá la postura del jugador.