Arthur pone la luz en un Barça de claroscuros

Así fue el obús de Arthur que levantó al Camp Nou

Toni Frieros

Toni Frieros

Dentro de la tibieza del juego azulgrana, ni mucho ni poco, emergió la figura del brasileño Arthur Melo en la primera mitad. Él puso la luz y la calidad en el centro del campo. Empezó su desempeño por la zona izquierda, para no molestar a Busquets en la medular, pero poco a poco fue adueñándose de esa parcela para iniciar en sus botas la construcción del juego ofensivo azulgrana.

Seguro de vida

Tener a Arthur enchufado, motivado y activo es un seguro de vida en el control del juego y del esférico, porque no lo pierde nunca. Desde el primer minuto hasta el último, el pequeño centrocampista se ofreció, se movió y asumió un gran protagonismo. Es una verdadera máquina de hacer fútbol cuando lleva el esférico cosido a su bota derecha. Y esta temporada, además, parece que ha asumido un rol más ambicioso dentro del equio, como el que tenía cuando jugaba en Brasil con el Gremio de Porto Alegre. Juega más arriba, es más profundo y, por lo tanto, llega más al área contraria.

Hace unas semanas, en El Sadar de Pamplona, y saliendo desde el banquillo, fue el autor del gol que puso al Barça por delante en el marcador ante Osasuna. Un disparo desde la media luna del área rival que colocó con mucha clase. Esta noche, frente a Villarreal, se superó a sí mismo con un obús desde 30 metros que entró por la escuadra de la portería defendida por Asenjo. Un golazo que deja muchos brotes verdes porque es evidente que puede hacerlo muchas veces.

Arthur, que fue cazado en varias ocasiones por jugadores amarillos, se vino un poco abajo en el segundo periodo, no brilló con tanta intensidad, aunque siempre que tuvo la pelota en su poder, la jugó con el criterio que él sabe imponer. Y otra buena noticia para él y para el equipo. En la pasada temporada siempre era el futbolista sustituido en primera instancia. Ahora ya juega los noventa minutos completos. Por algo será.