Àngels Gonyalons: "Messi tiene el 100% de dosis en todo"

Àngels Gonyalons está actuando en el Poliorama en la obra 'El Llibertí'

Àngels Gonyalons está actuando en el Poliorama en la obra 'El Llibertí' / VALENTÍ ENRICH

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Lleva más de 35 años en los escenarios y a menudo se le encasilló como actriz de musicales, pero es ante todo una gran actriz de teatro. Actualmente interpreta ‘El Llibertí’ en el Poliorama de Barcelona 

¿Cómo te va la vida?

No me puedo quejar. Como todo el mundo tengo problemas, debo encajar imprevistos, pero tengo salud, la gente a la que quiero también, tengo un trabajo que me gusta mucho y en estos momentos estoy con unos compañeros que son un regalo haciendo ‘El Llibertí’ en el Poliorama, así que no me quejaré.

Hace algún tiempo pasaste de una vida muy estresante a otra más tranquila en Menorca.

Sí, llegó un momento que todo esto me superó. Me fui de Barcelona para trabajar en Madrid donde el ritmo aún es más trepidante. Además, venía de la década de los 90 cuando era muy joven y tuve mucha popularidad. Creo que me ahogué y tuve que hacer un reset. Por ello me fui a Menorca. 

¿La gente se olvida de ti cuando desapareces? 

Seguí trabajando, pero menos porque no estaba por aquí. Es cierto que cuando no estás presente afecta. Me marché de Madrid donde estaba haciendo muchísimas cosas y pasé a hacer muchas menos.

¿Acertaste con la decisión? 

Sí, porque siempre era más de lo mismo y me di cuenta de que tenía 38 años que me apetecía montar una familia... Esperaba cosas que no pasaban. Decidí que no debía esperarlas sino hacerlas yo. 

¿Vivir a caballo entre Barcelona y Menorca no estresa?

Para mí no. Es media hora de vuelo. Al principio me costaba dejar a mi hija, porque era pequeña, pero necesito tanto de una cosa como de la otra. Por un lado la paz de Menorca, el campo, la naturaleza… Pero cuando hago la primera lectura de una obra pienso que esto es lo mío. Hay una parte de mí que se llena y se nutre de la naturaleza y otra de la adrenalina y excitación que supone subir al escenario.

"Cuando la popularidad es excesiva cualquier movimiento o palabra se sobredimensiona y se utiliza" 

¿La popularidad te superó?

Fue cuando empezaron a llegar las ‘castañas’ y me di cuenta de que ello también formaba parte de la popularidad. Me daban palos por aquí y por allí y empecé a angustiarme por la gente que me quiere que leían cosas que no eran agradables. Además, cuando la popularidad es excesiva cualquier movimiento o palabra se sobredimensiona y se utiliza. Por suerte, con el paso de los años ves que no lo puedes controlar todo, que debes hacer tu camino y preocuparte solo de lo que te preocupa a ti.

Hablando de popularidad. ¿Entiendes que a jugadores como Messi, Cristiano, Piqué… les cueste a veces gestionarla?

Es complicadísimo. Un futbolista seguramente no busca la popularidad sino hacer aquello que le gusta y la popularidad le sobreviene. Cuando tu trabajo es de exhibirte como los actores o los futbolistas sabes que vendrá la popularidad, pero nunca estás preparado, sobre todo si te pilla joven como es el caso de los deportistas.

No eres muy de fútbol.

Lo miro, me emociono… incluso una vez me invitaron al palco del Camp Nou en mi época de más popularidad. Fue un gran partido contra el Atlético y me emocioné mucho.  

Entonces sí tienes un punto de futbolera.

Sí, pero soy más bien ‘basketera’.

¿Vas a menudo al Palau? 

No mucho pero cuando puedo voy.

¿Sigues la actualidad del Barça de basket?

Hay temporadas que sí y otras que no puedo tanto. 

¿Y en Menorca vas al basket?

He ido muchas veces a ver al Made in Menorca porque es el que me pilla más cerca y me gusta mucho. Creo que el basket es un deporte muy emocionante con aquellas ‘bestias’ corriendo, las estrategias... me encanta el juego de estrategia y las armas del entrenador.

"El Basket español sin la Panya sería algo muy extraño, pero en el mundo nada es para siempre"

¿Estás al tanto de los problemas de la Penya? ¿Te imaginas el basket español sin el Joventut?

Sería algo muy extraño, pero en el mundo nada es para siempre. Aunque cuesta mucho imaginarlo porque ha sido un equipo muy potente, muy identitario nuestro. Ha sido la cuna del baloncesto. Las cosas van como van y nunca sabes los entresijos que les han llevado a una situación como esta, ni ganas de saberlo, también te lo digo, porque todo esto me supera.

En teoría todo se entrena, ¿también ser actor?

No creo que todo se entrene, previamente hay un talento. El entrenamiento y la técnica hacen mucho, pueden hacer que una persona que tenga menos talento pueda llegar a ocupar un espacio. Pero si juntas esta técnica con un talento innato es la bomba. Lo que sí que tiene que ir intrínseco al talento es tu interés. Si te interesa lo que haces, el talento se desarrolla mejor.

¿Parece que hables de Messi?

En Messi se junta todo. Tiene el 100% de dosis en todo: talento, técnica, ilusión de seguir adelante. No parece que esté cansado.

¿Qué han significado para ti los musicales?

A mí me han enseñado mucho, pero nunca los he disociado del hecho de ser una actriz. Esto ha sido beneficioso para mí. No basta con cantar bien. Para mí han sido una vía para trabajar y siempre con el máximo rigor, pero es cierto que me dieron a conocer. 

¿Es exigente?

Para mí hacer un musical es como ser deportista de élite. Tienes que estar fuerte y hay un componente añadido a los ensayos que es el entrenamiento. Con el paso de los días el cuerpo se va adaptando a estar cantando y bailando en el mismo momento. 

"'El Llibertí' ha sido un regalo que me ha llegado en un buen momento"

Ahora estás interpretando ‘El Llibertí’. ¿Cómo te llega el proyecto?

Me llamó Joan Lluís Bozzo después de 30 años (lo digo con todo el cariño) y me propuso esta posibilidad. Supongo que habló con Abel Folch –interpreta a Denise Diderot en ‘El Llibertí’-, con quien había trabajado y nos entendemos muy bien en el escenario. Ha sido un regalo que me ha llegado en un buen momento.

¿Qué es ‘El Llibertí’?

Parte de un hecho real donde Diderot, padre de la enciclopedia francesa, tiene que redactar el artículo ‘Moral’ y se encuentra con el conflicto que tiene en este sentido según esté con una mujer seductora (que interpreto yo), su mujer oficial, su hija… y las contradicciones que ello comporta. A partir de ahí se desarrollan situaciones vodevilescas pero a la vez con un discurso que hace pensar. Ríes y a la vez sales debatiendo. 

Pues vendremos a verte.