CHAMPIONS FIBA

Espectacular remontada del Zaragoza en Lituania para plantarse en cuartos

Jason Thompson machaca el aro del Lietkabelis

Jason Thompson machaca el aro del Lietkabelis / TWITTER

EFE

El Casademont Zaragoza resucitó en el último cuarto del segundo partido de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones para llevarse un sufrido triunfo contra el Lietkabelis lituano y lograr la clasificación para cuartos (88-90).

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CHAMPIONS LEAGUE FIBA

88
90
Alineaciones
LIETKABELIS, 88
(31+23+19+15): Paulius Valinskas (11), Tomas Dimsa (18), Vytenis Lipkevicius (9), Zeljko Sakic (17), Martynas Sajus (10) -cinco inicial-, Margiris Normantas (10), Gilvydas Biruta (4), Gabrielius Maldunas (4) y Rihards Kuksiks (5).
CASADEMONT ZARAGOZA, 90
(25+23+21+21): Rodrigo San Miguel (9), Dylan Ennis (19), Nicolás Brussino (21), Nemanja Radovic (5), Jason Thompson (13) -cinco inicial-, DJ Seeley, Robin Benzing (5), Jonathan Barreiro (2), Carlos Alocén (9), Vit Krejci (2) y Tryggvi Hlinason (5).

El equipo 'rojillo' vivió un enfrentamiento en el que tardó demasiado en encontrar el equilibrio entre ataque y defensa, y para su fortuna lo hizo mediado el último cuarto, en el que volvió a ser el equipo intenso en defensa y acertado en ataque que está mostrando durante la presente temporada, tanto en la Liga española como en el torneo continental. 

Casademont entró muy frío al partido y sin intensidad defensiva lo que favoreció a su rival, mucho más entregado atrás y que en ataque supo sacar ventajas gracias a la movilidad de sus hombres exteriores.

El conjunto aragonés no estuvo tan enérgico como acostumbra en defensa y fue una bicoca para su rival. Ambos rivales comenzaron muy acertados en los triples pero los locales, con 6 de 7, y aprovechando las pérdidas de balón visitantes consiguieron tomar hasta nueve puntos de ventaja en el último minuto del primer cuarto (31-22).

Las cosas no mejoraron en el segundo parcial ya que las pérdidas del conjunto zaragozano, unidas a que la defensa seguía sin mejorar y los lituanos lanzaban en muchas ocasiones con mucha comodidad, hizo que la diferencia fuera subiendo hasta unos preocupantes 12 puntos (46-34) mediado este cuarto.

Sin embargo, unas últimas buenas defensas del conjunto maño consiguieron reducir la diferencia a seis puntos al descanso (54-48), que hicieron concebir esperanzas ya que tras unos primeros veinte minutos en el que el equipo maño estuvo muy lejos, no ya de su mejor nivel, sino de uno aceptable.

Los visitantes llegaban así vivos al tiempo de refresco a pesar de los increíbles porcentajes de acierto de su oponente, 11 de 13 en triples (84,62 %) y 7 de 11 (63,64 %) en tiros de dos puntos.

Los errores en los libres del equipo de Panevezys y aprovechar los rebotes ofensivos sirvieron al Casademont para compensar el estratosférico acierto del conjunto báltico.

El regreso de vestuarios enfrió los pocos ánimos que mostraron los hombres de Porfirio Fisac ya que en apenas tres minutos el equipo del este europeo había subido la ventaja hasta los diez puntos y todo volvía a pintar mal hasta que la apuesta por los triples con un gran Nico Brussino (que acabó el partido con 21 puntos y 31 de valoración) hizo regresar la esperanza llegando con cuatro de desventaja (73-69) al minuto 30. 

Consciente de la ventaja que suponía no acudir a un tercer encuentro en caso de derrota aunque fuera en casa, el Casademont se pareció más que nunca a sí mismo en el último cuarto.

Con una buena defensa y manteniendo en acierto desde el triple (con Dylan Ennis, al igual que Brussino también inspirado), se colocó por vez primera en el marcador en el minuto 35 (77-80) y sacó adelante el partido en un final agónico ya que con 88-90 y balón para los lituanos, Martynas Sajus cometió falta en ataque a falta de 4.7 segundos para la conclusión que certificó la victoria zaragozana por 88-90.