La decisión de Navarro

Juan Carlos Navarro cumplirá 37 años el próximo 13 de junio y, a día de hoy, su intención es seguir al pie del cañón con el Barça Lassa al menos una temporada más, en la que se cumplirán veinte años de su debut en la élite (23 de noviembre de 1997).

Mucho se ha especulado sobre si  el escolta se ha marcado una fecha de caducidad para su carrera en el basket. Lo cierto es que ‘La Bomba’ tiene claro que continuará en activo mientras mantenga la ilusión y se encuentre en condiciones. Él es consciente de que su rol en el equipo a nivel de minutos debe ir, lógicamente, cambiando con el paso de los años. Dicho de otro modo. Menos minutos y de más calidad aportando su experiencia al colectivo.

Su contrato contempla que al final de cada temporada éste puede ir renovándose de manera automática. Todo ello, eso sí, de acuerdo con el club. Cuando acabe esta campaña, como todos los años, ambas partes se reunirán para analizar el escenario de cara al siguiente ejercicio pero el jugador, en estos momentos, es proclive a prolongar el vínculo y seguir en activo un año más.

En el Barça todos son conscientes de que Navarro es un símbolo de la sección y que se ha de tratar el tema con mucho tacto preparando el momento en el que el escolta cuelgue las botas. De hecho desde el Barça se le está haciendo llegar a ‘Juanqui’ el deseo de que su futuro post jugador pase por integrarse en la estructura de la entidad. El qué y el cómo es algo que se va a ir madurando poco a poco entre ambas partes.

Navarro, mientras, sigue engrandeciendo su leyenda. El jueves en Estambul en el duelo ante el Fenerbahçe se convirtió en el primer jugador que llega a los 4.000 puntos en la Euroliga. Y este domingo, de no mediar lesión, pasará a ser el quinto jugador en disputar más partidos en la ACB (654) en el choque que el Barça Lassa disputará frente al Tecnyconta Zaragoza. Una efeméride al hilo de la cuál, el propio Navarro ya ha dejado entreveer su intención de seguir vestido de azulgrana. Es el deseo del capitán en una temporada dura para un Barça marcado por las lesiones y la irregularidad en sus prestaciones al que sólo le queda la liga para salvar el ejercicio. Y Navarro quiere estar ahí.